Relato 2: Matando para sobrevivir/ Capítulo 6 Viviendo una mentira.

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Capítulo 6

Viviendo una mentira

Danna no pudo evitar sentir ansiedad mientras caminaba tranquilamente por la acera de su casa. Veía a unos cuantos metros a varios zombis, pero estos caminaban lo suficientemente lentos como para no tener que preocuparse. En cambio se detuvo y apuntó con el arma. Pero su padre la detuvo.

-Déjalos... están algo lejos, mejor caminemos más rápido y entremos a la vivienda de los Ocando.

Danna asintió y entraron. El portón tenía un pequeño seguro, evidentemente lo zombis no estaba capacitados en inteligencia para abrirlo. Danna, metió su mano accionó el seguro y lograron entrar. La casa era como la recordaba, pero sí... el lugar tenía un mal olor. Alfredo se detuvo en la puerta principal y tocó la puerta.

-Chicos, es Alfredo su vecino -dijo sonriendo. Danna arrugó su frente al ver que su padre disfrutaba de su mínimo momento de vida normal. Si no estuviera el mundo lleno de zombis parecería que fuese cualquier día de noviembre y que esto solo fuera una visita amistosa a un vecino.

-¡Voy! -respondió una voz masculina al otro lado de la puerta. En cuanto se abrió la puerta, Danna casi se cae de culo al ver lo bien parecido que era el joven.

Creo que tengo un problema hormonal, pensó Danna, al sentir cómo lentamente se le calentaba la sangre y sonreía como tonta. Sí, definitivamente haré lo mismo que papá, me haré cuenta que es un puto día normal, terminó pensando Danna, regalándole una sonrisa al recién conocido, esta vez más consciente notando como él le devolvía la sonrisa e invitaba a pasar.

-Hola señor Alfredo ¿cómo está?

Este joven se ve educado, muy educado para ser verdad, pensó Danna. Mierda en veinte años no me conseguí un tipo así y todos estaban vivos, creo que eso de la selección natural si es cierta, aquí está frente a mí un tipo muy hermoso y aparte educado, ante el pensamiento Danna soltó una carcajada y tapó su boca rápidamente con los ojos como platos al ver la cara confundida del recién conocido y su padre.

-Lo siento, estaba pensando en un libro que leí hace poco -mintió descaradamente y simuló ver la casa para romper el contacto visual.

-Estoy bien, Javier ¿y tu amigo? -preguntó Alfredo.

-Arriba descansando, desde que llegamos no hemos parado de dormir y descansar. Hemos leído y hojeado unos cuantos libros, aquí tenían una gran biblioteca, puede que nos quedemos más de cinco días. Pero ya sabe no les aseguramos nada... ¿A qué debemos su visita?

-A que mi hija y yo queremos pedirle que nos acompañen a buscar comida y municiones.

-Si me presenta a su hija, podría ser que me interesara un poco más acompañarlos -el comentario no le gustó mucho a Alfredo, pero no armaría un drama por eso. Así que hizo caso omiso.

-Ella es Danna, mi hija... Eduardo se ha quedado en casa -Alfredo jaló a Danna y dijo-: él es uno de los chicos del cual te hablé, se llama Javier.

-Mucho gusto Danna -Javier le apretó la mano mientras ella lo miró con indiferencia para disimular su atracción por él.

Javier sonrió y se puso a conversar con Alfredo. Todos se sentaron en el sofá de la sala. Pero Danna no logró escuchar nada de lo que hablaban, estaba entretenida mirando cada detalle del joven.

Blanco, ojos y cabello marrón, no muy alto, rasgos muy varoniles, era buenmozo pero no perfecto, aunque entraba evidentemente en el prototipo de hombre que le gustaba a Danna.

-Entonces me voy... tengo todo claro, mañana a primera hora salimos los cinco ¿te parece bien? -soltó Alfredo y Danna casi se pre-infarta al saber que ya se iban a ir y ella ni había pasado palabras con Javier. Así que actuó inteligentemente.

Serie Convirtiéndome en Zombi- KassfinolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora