Relato 2 Matando para sobrevivir/ Capítulo 2: Proteger a la familia

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Capítulo 2

Proteger a la familia

Danna ahora entendía todo, su padre quería que se cubrieran la piel lo más que pudieran, para evitar ser heridos si eran mordidos y así prevenir que los infectaran. Las noticias eran las mismas que le había contado Eduardo… un maldito apocalipsis zombi igual que en las películas, toda la gente no se contagió por el virus que estaba en el aire, la mayoría lo hizo porque fueron mordidas por las personas contaminadas… y todo era una reacción en cadena. Cada vez había más contaminados, más mordidos y más muertos que se levantaban para morder y descuartizar todo lo que se moviera. Todo indirectamente proporcional, entre más zombis… menos personas sanas.

—Maldición papá ¡sí la voy a buscar! No me interesa lo que pienses —gritó Danna molesta. Buscando su juego de llaves.

—Es un suicidio, no debes ir sola —gritó su padre.

—¡Acompáñame entonces! Eres tú el que me dejará ir sola… voy a ir a buscar a mamá… no hablamos de ir a buscar un perro… eres un desgraciado egoísta… claro, como la detestas, ahora quieres dejarla morir —la cachetada que le propinó Alfredo, su padre, aturdió los sentidos de Danna.

Ellos tenían una buena relación, se trataban como amigos y todo lo que pensaban, se lo comunicaban entre sí. Pero la situación no era la misma, ambos sentían un gran estrés. Danna tenía miedo de perder a su madre, y Alfredo no quería perder a su amada hija.

—¡Respétame Danna! Soy yo quien te cuida… ¡soy yo el que te ha protegido desde siempre! Para que ella se acueste todos los días con otro hombre… con ese desgraciado de Sergio —el tono alto de Alfredo, retumbó por toda la casa—. Yo solo te quiero cuidar, no me reclames eso.

—Es mi madre… y no me interesa tus celos… ni tus sentimientos… ni una mierda lo que quieras… gracias por cuidar de mi hermano y de mí, pero no te pedí traerme al mundo… ella es una irresponsable a veces… ¡¿sí y qué?!... no deja de ser mi madre… y por tus malditos rencores no la voy a dejar morir sin hacer nada… no buscaré ni comida, ni provisiones, ni nada, hasta que mamá no esté a salvo… ¿me expliqué? —la determinación de Danna dejó asombrado a Alfredo.

—Yo te acompaño Danna —dijo Eduardo caminando hacia ella. Dándole apoyo a las palabras de su hermana.

—Hijo, no… por favor no te vayas, afuera es muy peligroso. Vamos a buscar comida y a quedarnos aquí, hasta que venga alguien y nos rescate o todo esto pase, esta casa es muy segura. Siempre les di y compré lo mejor… no es momento de que me dejen solo.

—Entonces vente conmigo papá, rescatemos a mamá... además si te sirve de consuelo, mamá asesinó a Sergio hace unas horas, ya que él amaneció siendo un muerto… un zombi —la media sonrisa de Danna indicaba satisfacción. Siempre había controlado a su padre pero de manera sutil para que no se viera muy evidente. Ella apreciaba a Sergio, pero era algo que no le demostraría a su padre en este momento— Además papá, entiende… mamá no era feliz contigo, si se fue con él hace tres años, ya es hora que termines de aceptarlo, al menos… ya que el susodicho está muerto ¿no crees?

—No seas tan cínica Danna, no es necesario —le regañó Alfredo.

—Realista querrás decir… además mamá no fue una mujerzuela… que estuvo con uno y con otro, simplemente contigo no funcionó y se limitó a ser feliz, con un solo hombre… con Sergio.

—Cierto papá, vamos busquemos a mamá —insistió Eduardo, él siempre apoyaba las teorías y comentarios de Danna, a pesar de que en este momento estaba aterrado.

—Está bien, lo haré por ustedes… iremos por su madre y después de ahí… buscaremos comida suficiente y nos encerraremos aquí ¿entendido?

—Sí papá —mintió Danna. Mientras que Eduardo asentía sonriendo—. Pero yo manejo —sugirió Danna.

Alfredo, y Eduardo se montaron en el Nissan Tiida de Danna. Ambos en la parte trasera. Su padre tenía armas, así que ambos llevaban una, mientras que Danna se disponía a manejar.

—¿Papá que dicen en las noticias? —preguntó Eduardo, bajando el vidrio un poco para poder disparar con comodidad.

—Todo igual, aparentemente buscan la cura, no está nada claro… nos ha mandado a permanecer dentro de las casas y a evitar tener contacto con los extraños. Si hay gente infectada en casa, se deben eliminar con objetos punzantes en la cabeza o con armas, pero siempre apuntando o golpeando la cabeza. Solo han pasado horas, todo es muy reciente… aún hay confusión entre la gente sana.

—Que inteligentes… entonces no ha dicho nada nuevo —Danna miró su reloj y eran las seis y veinte de la mañana, se fijó en la fecha: 25 de junio 2013—, espero todo esto acabe pronto no quiero pasar mi cumpleaños en este jodido apocalipsis.

Eduardo negó con la cabeza sonriendo.

—Tranquila todo estará bien, confío en eso.

—Papá ¿será que atacaron a nuestro país con una bomba química o algo? —preguntó Eduardo y Danna se quedó atenta, ya que ella también había manejado esa teoría.

—No lo creo, no sé sabe dónde empezó todo esto… pero sí que hay miles en el mundo ya infectados, según dijeron en las noticias.

—Eso es terrible papá —respondió Eduardo. Danna permaneció en silencio, encendiendo el motor y pisando el acelerador para que se calentara sin problema.

—Vamos por mamá y solo les pido un favor… ¡intenten no morir en el trayecto!

—Cuenta conmigo —respondió Eduardo, intentando no verse muy atemorizado. En cambio su padre quitó el seguro de su arma, él defendería a su familia así muriera en el intento… pero eso era algo que no iba a decir… lo iba a demostrar.

 

Serie Convirtiéndome en Zombi- KassfinolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora