Leucemia {Zayn Malik}

CAPITULO 19

El ascensor se abrió ante sus ojos, sentía que era invisible, ropa tan ocupados que no parecían notarlo, tal vez el destino jugaba una partida a su favor.
La habitación 1029 estaba dos a la derecha, camino con nervios, pensando que en cualquier momento lo echarían a patadas de allí, pero nadie apareció en su camino, sin seguir tentando su suerte de mentol rápido a la habitación de su bella _______ quien a su sorpresa lo miraba con los párpados a medio camino y el rostro pálido como las paredes de la fría habitación.  Zayn debió tragarse el nudo de su garganta, suspirar y acercarse a ella fingiendo que no había llorados por horas hace unos momentos.
________ estaba encadenada a esa cama, con cientos de máquinas que mantenían su cuerpo mínimamente con vida, oxígeno y suero eran apenas una poca parte de las cosas que la rodeaban. Malik se acomoda a su lado y la beso sin pensarlo dos veces, una leves lágrimas lo delataron, ella lo observo entristecida, lo estaba haciendo sufrir. Zayn subió a la camilla y la abrazo a su pecho, como si nunca lo hubiera hecho, sintió el poco calor que le quedaba a su piel, ella se acomodó entre sus brazos, como lo hacía siempre, encajando como dos piezas de ajedrez, exactas, hermosas, perfectas.

—Amor, por favor no dejes de luchar, por favor no me abandones...— y antes de que Zayn continuará con el típico relato de esperanza ella lo interrumpió
—Vámonos— apenas su voz sonó rasposa y muy muy suave.
Zayn la observo, la quería hacer feliz, quería que ella pudiera hacer todo lo que quisiera y si en sus manos estaba hacerlo lo haría.
—¿A dónde quieres ir?— le preguntó y la miro a las perlas sin brillo que una vez fueras las estrellas de sus ojos
—Volvamos a Londres, a nuestra vida— dijo tan lento y suave que si no ponías suficiente atención podías perder la idea.
—está bien, amor, apenas salgas volveremos a Londres e iremos a donde quieras— ella negó
—Me quiero ir ya— el la observo extrañado
—¿Ya?— ella asintió
—Ya— repitió
Zayn permaneció en silencio, esto era una locura
—Si voy a morir que sea fingiendo que era normal— dijo con el mismo tono ella.
Zayn la miraba, deseando cumplir todos sus deseos. ¿Pero eso? No! Esto era una locura
—Amor no pue....— pero ella lo interrumpió
—Por favor— suplico con su suave voz desgastada ¿Cómo decirle que no?
Zayn la observo, con los ojos húmedos y los labios en línea.
Malik sonrió y la beso de nuevo.
—Bien, Vámonos ya— se levanto, ella celebró con la voz suave , Zayn iba a ayudarla a levantar pero ella lo detuvo
—Pero primero tráeme mi vestido, el de la noche en el restaurante de la feria, el corto, no quiero ir en bata— parecía que la vida había ocupado un poco más su cuerpo, parecía respirar mejor, parecía que ella solo necesitará libertad para sobrevivir. Zayn asintió, tal vez era buena idea, la llevaría lejos y disfrutaría de ella unos pocos meses o semanas más con ella. —Y las converse a juego— ella sonrió y Zayn negó, enferma y desganada su chica seguía siendo la misma de siempre.
Ella sonrió y el sonrió, perecía por ese instante que olvidaban donde estaba y que ocurría, solo existía ese plan, que volvería a Londres donde ella moriría dignamente en el lugar que la hizo quién es.
Zayn casi corrió a ella la agarro por las mejillas y la beso tan profundamente que no hubo más en ese instante que ellos dos.
—No tardó— dijo sobre sus labios y camino a la puerta
—Que sea una promesa— burlo ella y ambos rieron
—Te amo— dijo antes de salir
—Te amo— dijo ella y salió Malik.

Camino rápido y salió del hospital en menos de lo que puedes decir "Cancer". Llego a el departamento y de debajo de su cama saco la caja donde había guardado el bello vestido que ella le pidió que guardara para futuras ocasiones, la colocó sobre su cama y busco las converse que ella había dejado unas noches atrás después de una intensa rutina de amor. Los colocó sobre la caja, corriendo fue por unas cosas para el, lo básico para volver a Londres, los pasaportes de ambos, que agradeció tenerlos ya que ella le había pedido a Zayn esconderlos de sus padre por si ellos decidían jamás entregárselo a la joven y dejarla estancada en ese país por siempre, también los colocó sobre la caja, buscó su billetera, sus llaves, todo lo necesario y una cosa más, busco dentro de sus cosas una pequeña cajita negra, la observo por unos segundos y suspiro, si estaba haciendo locuras entonces que sean todas las locuras seguidas, la abrió y el anillo de playa blanca y diamante reluciente salió ante sus ojos, era precipitado pero necesario.
Con todo ya alistado, agarro la caja y sus maletas para de nuevo subir a su auto y salir directo al hospital.