El amor más allá de la vida

Capítulo 4

Capítulo 4

Esta noche no he dormido. Todos mis pensamientos iban a las palabras que me dijo. Mi mundo está formado por cosas extrañas, cosas que nadie podría creer pero, esto se pasa de extraño. Sus palabras resuenan en mi cabeza una y otra vez, y lo que más me sorprende es quien es. Me esperaba que fuera alguien que no conociera y que hubiera llegado misteriosamente por mí, pero no es así, lo tendría que haber visto como una premonición hace meses o incluso más porque parecía que me conocía de siempre.

Mis padres no sean enterado de mi escapada pero, no creerán que ha pasado algo más que  no ha sucedió, ya que siempre piensan muy mal cuando se trata de llegar tarde a casa. No sucedió nada solo, mi salvamiento. Esta noche, todo el mundo está invitado a la fiesta y creo que también la culpable de anoche asique antes de ir a prepararme para la actuación voy a la casa del nuevo para que me explique quién y por qué quieren que yo no esté aquí. No soy una mala persona por lo que me extraña que alguien haya sufrido por mi culpa.

Mi visita no ha sido una sorpresa como yo esperaba pero, tenía algo en la mano, algo que yo había visto antes. Me miró y miró lo que tenía en la mano. Lo que llevaba en la mano era un colgante del siglo IX aunque era una réplica muy buena, me sorprendió que lo tuviera.

-¿Qué haces aquí?-me dijo preocupado.

-¿Quién intenta matarme?-dije rápidamente-¿Por qué?

-Alguien, no sé- mientras que me lo decía no me quería mirar así supe que me mentía.

-¿Cómo sabías que me iban a intentar a matar? No me dijiste, que no te encontrabas bien, que estabas muy enfermo.

Estuvo durante un rato callado mirándome fijamente, sin perderme de vista. Ya harta de estar ahí de pie esperando, me quise ir y él contestó:

-Tuve una sensación extraña en la que sucedía algo en esa fiesta que me dijiste. Pero yo no fui quien te salvó.

-Fuiste tú, Meison  y sé que fuiste tú.

En ese instante me fui a prepárame para la fiesta. Mi vestido rojo y largo. Uno precioso que mi madre había escogido para ella pero nunca se lo puso porque mi padre la dejó tirada y no quería recordarlo. Por eso, me lo regaló. Estaba perfecta para mi deslumbrante actuación, había ensayado desde hace más de un año asique se tomaba por hecho que iba a tener un gran éxito. Una sola llamada interrumpió mi ritual, era Nick:

-No puedo ir, lo siento no puedo ir contigo porque… tengo… ¡muchos deberes! Muchísimos deberes atrasados del trimestre pasado, te quiero.

Su llamada no iba a arruinarme la noche, iba ir a Nubes y hacer que todo enloqueciera con Ángeles bailando y celebrando sus veinte años. Me preparé y la limusina apareció. Mi madre apareció por la puerta, con una caja roja de terciopelo:

-Sandra tenemos que hablar, es sobre el chico nuevo,…

-No pasó nada.

-Ya lo sé, llamó su padre esta mañana y nos dijo que habías llegado tarde porque habíais estado trabajando tanto que te quedaste dormida. Pero no quiero hablar contigo por eso, te quería dar esto- me dio la caja, la abrí y allí había un collar similar al que Meison tenía en la mano-.  Desde la muerte de nuestra antepasada, nos hemos ido pasando este collar. Se lo regaló, su amor secreto, cuando murió se lo quedó la familia en su memoria. Ahora serás quien lo tenga. He escuchado la conversación que has tenido con Nick… Lo siento.

-No pasa nada, gracias, ¡qué bonito!

-Se abre de una forma secreta  que casi nadie sabe cómo abrirlo y quienes lo han conseguido no lo han querido decir. Ve a la limusina y pásatelo muy bien.

Nos dimos un abrazo, me puse el collar y me fui a la limusina. Allí todos a la vez:

-¡Guau! ¡Estás increíble! ¡Ese collar te queda genial!

Nos fuimos para el local allí vimos cómo se había vestido para la ocasión. Además Agua decidió que tuviéramos protección sobre todo yo por mí, para que no pasara lo que pasó ayer. Subí al escenario, desde allí vi a Meison mirándome fijamente con su cara seria, la que siempre ha tenido desde que le conozco.