Un vistazo al pasado

70 12 0
                                    

ANA

Llegamos al departamento de Oscar y todo seguía Igual que antes, Oscar me llevo un su habitación en donde me hizo recostarme en la cama para que descansará, me tendió una botella de agua y después saco del bolsillo de sus pantalones mi medicamento para el dolor.

-Se me había olvidado- tomé las pastilla y la botella de agua - gracias.

- ¿Qué voy Hacer contigo princesita?

-¿Por qué? - Cuestionó preocupada.

- Si yo no me acuerdo de tus pastillas, tú no las hubieras traído.

- Por eso te amo bebé - me acerco a él y besó sus labios.

- Yo te amo también Ana y me agrada tenerte nuevamente en mi cama- dice en tono pícaro.

- Pervertido.
Oscar se ríe y después me acomoda las almohadas - descansa muñeca- besa mi frente y después lo observo salir de la habitación.

Cierro mis ojos a la vez que mis fosas nasales se deleitan con el agradable aroma que despiden las almohadas, estas huelen a mi aroma favorito, huelen a Oscar, me dejo llevar por los brazos de Morfeo en una inmensa tranquilidad.
Despierto y me doy cuenta que ya está oscureciendo, lentamente me incorporó y en cuanto salgo de la habitación logro escuchar renegar Alex.

- Oscar si queremos que esto funcione, tú necesitas hacer las tareas que te corresponden.

Llego a la cocina en donde veo a Oscar frente a la estufa cocinando la cena y por el aroma supongo son sus deliciosas enchiladas.

- Creo que me ha roto el corazón Oscar- digo fingiendo dolor y apoyando mi mano en mi pecho, tanto Oscar como Alex me ven confundidos- ahora me doy cuenta que me has estado engañando con Alex.

Este último comienza a reír a carcajadas y Oscar se acerca a mí con una gran sonrisa en su hermoso rostro - Ana sabes que eso no es cierto - coloca ambas manos a los costados de mi cintura - solo que este es un dramático cuando se trata de la comida.

- Di lo que quieras cariño, pero entiende que para mí es muy doloroso verte todo el día dormido mientras yo me la paso recogiendo nuestro nidito de amor - dice Alex imitando la voz de una mujer.

- No seas una nenita Alex - Oscar se separa de mí y apaga la estufa - además yo no sé de qué te quejas tanto si la comida ya está lista.

- Tú lo has dicho, comida no cena, ahora sírveme rápido que tengo una cita- Alex se sienta en la barra y comienza a tamborilear con sus dedos sobre el mármol de la barra.

- Porque no simplemente vas y buscas a esa mujer que te tiene tan embobado.

- Me vería como un psicópata, además si ella es una bailarina estoy seguro que le gusta salir a bailar a los antros.
Oscar nos tiende nuestros platos a Alex y a mí para después sentarse a mi lado, besa mi mejilla antes de empezar a comer.

- ¿Y qué te hace pensar eso? - Digo antes de introducir un trozo de enchilada en mi boca - mmmm, bebé esto es delicioso.

- Ana podrías no hacer eso mientras yo estoy presente - dice Alex avergonzado.

Oscar acerca sus labios a mí oído en donde me susurra - te escuchaste como cuando tú y yo estamos solos en la cama.

Abro mis ojos como plato ante lo que me ha dicho Oscar e inmediatamente siento arder mi rostro por la vergüenza - lo siento - digo totalmente apenada.

Alex asiente con la cabeza y se aclara la garganta - con respecto a tu pregunta Ana, es más que obvio que a todas las bailarinas les gusta salir a bailar.

Mi pequeño y gran secretoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora