Nostalgia

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He estado tan ocupada con las clases, las entrevistas, firmas de autógrafo, giras que necesito una vacaciones. Por eso este mes he decidido estar con mi familia. Todos estaban muy feliz por mi crecimiento y querían que continuará ya que estaba en el punto de mira de la prensa pero realmente necesito paz.
Extraño aquellos momentos en que podía sentarme y leer un libro hasta el final o ver una película mientas como helado de chocolate esa parte de Hanna, lo extraño a él. Daniel, recuerdos de Luna y el mientas juegan a los escondidos o cuando estuvo a su lado cuando tuvo influenza y jugaron cartas hasta tarde porque no podía dormir, después fue el el que terminó enfermo, me reí mentalmente.

— Luna, estás despierta— me llamó Carol.

— Si, adelante— respondí rápido y me senté en la cama.

— ¿ Verás quería preguntarte si quieres participar en el acto benéfico del hospital— dijo mientras se sentaba a mi lado

Después de que publicará los libros sin mi consentimiento, Zoé la regaño y no le hablo por una semana. Ella es una gran persona, ahora pregunta si quiero participar o cualquier cosa antes de hacerla. No me molestó lo que hizo, pero Zoe pensó que era correcto hacerle saber que estaba mal.

— Está bien pediré un tiempo en el insti — después del éxito de los libros han dado paso a mi desempeño profesional , dándome un horario flexible.

Carol se me quedó mirando pensando en como decirme algo.

— Sucede algo.

— Daniel viene mañana— sus palabras fueron simples pero hicieron hueco en mi, todo este tiempo me había limitado a esperar, evitaba pensar en ello pero ahora...

— ¿Por qué ahora?— pensé que tardaría dos meses en regresar pero se convirtieron en seis y ahora que regresa siento que es muy pronto estoy confundida y através de esa pregunta lo demostré.

— Por tu cumpleaños— Carol contestó pero continuó analizado mis acciones.

— ¿Si no fuera mi cumpleaños no regresaría verdad?— esa respuesta me dolió mucho, estaba triste.

— Yo le pedí que regresara. — me vio desconcertada—Lo siento no quise que te sientas mal por ello, yo solo..

— Está bien — me repuse un poco mis emociones— no es necesario que me expliques. Podrías dejarme sola quiero descansar. — nunca apartó la mirada de mi, así que volví a acostarme y taparme.  — Buenas noches.

— Buenas noches.

                         ***

— Hermano— Zoé sale apresurada para abrazarlo — Te extrañe muchísimo.

— Déjame ver si has crecido— Carol lo miro de abajo hacia arriba y lugo lo abrazo.

Daniel seguía buscando con la vista unos hermosos ojos azules pero no los encontró. Carol se dio cuenta.

— Ella no pudo venir— le dijo con una sonrisa— Está en un acto benéfico— prosiguió diciendo Carol después de ver el rostro decepcionado de su hijo.

El pensamiento de Daniel rondo en si ya no significaba nada para ella. Acaso este tiempo que estuvo lejos hizo que se olvidará de el. Aunque eso era imposible, la había escuchado en la entrevista, ella siempre lo esperó pero aquella idea de que pudiera ser diferente acababa con todo lo racional, había estado tan lejos por su miedo, miedo a no poder enfrentarla nuevamente y como un tono espero medio año para volver. En ese medio año no pudo sacarla de su mente y cuando las llamadas y mensajes fueron disminuyendo sintió que se estaba alejando, aún así esperaba los mensajes y los respondía rápidamente por miedo de no volver a recibir uno, se había leído una y otra vez sus libros para descubrir através de ellos más sobre ella.
Ya no pudo esperar más y se vino un mes antes de su cumpleaños sin siquiera poder avisar a su padre correctamente y dejándolo con varios proyectos pendientes. La extrañaba mucho. No podía imaginar cuánto y cada minuto en aquel avión era una tortura pensando en que haría cuando la viera.

— ¿Dónde es el acto benéfico?— pregunto como si su vida dependiera de ello.

— En el hospital— le contesto.

Daniel no dio tiempo a más conversación y salió corriendo. Quería verla, necesitaba verla.

                      ***
Luna estaba narrando...

Entonces Alicia chilló más fuerte y una voz conocida y cariñosa, sonó a su lado:

-¿Por qué chillas así, Alicia?

Era su hermana Ana, todavía con el libro entre las manos. Aliviada, comprendió que había sufrido una terrible pesadilla....— narrando.

Se encontraba en una silla con un vestido blanco y el cabello suelto con un lazo en el , rodeada de niños atentos a cada parte de la historia que la escuchaban como si estuvieran hechizados por la voz melodiosa y suave.

Daniel se le quedo observando desde la distancia. Estaba tan cerca pero no sabía que hacer, que decirle.
Luna terminó de relatar la historia y su mirada se dirigió directamente a él, su mente quedó completamente en blanco en aquellos pocos segundos todas las preguntas que se había formulado habían perdido el sentido que tenía. Cómo lidiar con esta nueva realidad.
En ese momento se sentía como en el cuento como Alicia que había sufrido una terrible pesadilla y al despertar encontró una voz conocida y cariñosa.

— ¡Luna!— Daniel solo pudo pronunciar su nombre.

Luna en cambio se levantó lentamente los pequeños fueron retirados por las enfermeras dejando el espacio libre para pasar, Daniel en un período de euforia no dudó en correr y abrazarla, no hubo palabras solo un inmenso silencio después de un minuto los dos se separaron dándose cuenta como se habían estañado.

— Regresaste — Luna dijo feliz.

— Debí haberlo hecho antes.— Daniel se lamentó.

— Está bien, ya estás aquí — dijo Luna mientras con su mano pensaba el cabello de Daniel dulcemente.

— ¿Me extrañaste?— preguntó Daniel. Necesitaba escucharlo, saber que no se equivocaba.

— Si, mucho— Luna sonrió.

— Yo también.— Daniel no puedo dejar de mirarla.

— ¿Tu también? — Luna miró, ella también necesitaba escuchar esas dos palabras.

— ¡Te extrañe!. Te extrañe muchísimo tanto que me estaba volviendo loco



                           Hasta luego...

                                 DR♥♥♥

Mi vida dentro de una novela romántica Donde viven las historias. Descúbrelo ahora