𝗦𝗘𝗩𝗘𝗡

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No había vuelto a hablar con Bakugou en unos días, no podría hacerlo ni aunque quisiera ¿Con qué cara lo haría?

Era inexplicable lo que había pasado en el bosque, y fue bastante incómodo después del hecho de que yo salí corriendo por la vergüenza después de que Katsuki me hubiera regresado el beso en vez de quebrajarme la cara con una explosión.

Ocasionalmente lo volteaba a ver en el salón de clases, y a veces él también lo hacía pero quitaba la mirada tan rápido que apenas era notable.

Llegó el día del festival deportivo y me dispuse a tener un buen día para ello; incluso ya había dejado la silla de ruedas, y para estar bien conmigo misma en la mañana había logrado interceder a Todoroki, pudimos hablar y terminar con una nueva disculpa de parte de ambos para volver a estar como antes.

Ya se nos haría costumbre.

Finalmente después de una larga plática fuera de la escuela, ambos entramos y me separé de él para ir a hablar con mi padre antes. Sin embargo mis expectativas de un buen día se fueron al caño cuando empecé a notar que todos susurraban entre ellos cuando pasaba por la mitad del pasillo, me detuve y me ví llena de preocupación con miles de miradas sobre mi sin saber que era lo que pasaba.

—¡Fenómeno!—un alumno que no conocía me grito eso en la cara con desprecio y sin más palabras me empujó con tanta fuerza que me caí de espaldas apoyándome en mis antebrazos para no golpear mi cabeza.

Todos empezaron a reír y yo estaba muy avergonzada, era su objeto de burla.

—¿¡Qué mierda te pasa?!—me atreví a exclamar con enojo para defenderme a mi misma de ese abuso.

No hubo respuesta y una chica vertió sobre mi cabeza una botella completa de agua, solo puse mis manos sobre mi sin saber que hacer realmente.

Y más risas surgieron.

—¡No deberían dejar entrar villanos a esta escuela!

Finalmente alguien más me arrojó un papel hecho bola a la cara, yo lo tomé y lo deshice para poder ver qué era. Alguien había impreso artículos de mi rescate… y después de ver a mi alrededor, supe que los había distribuido en toda la escuela.

No sentía pena ahora, estaba muy enojada y pensé seriamente en que mataría a quien acababa de hacer eso, si quería conocerme, que lo haga.

Me puse de pie con mucha furia y arrojé el papel al suelo, después me volteé hacia los lados y ahí vi a Bakugou Katsuki con una pila de artículos en manos, me le quede viendo a la vez que mi furia aumentaba. Me puse de pie rápidamente y me aproxime rápidamente a él.

—¡Aizawa, espera yo…!—estrellé a Bakugou contra los casilleros y los artículos salieron volando de sus manos por todas partes.

Antes de que le metiera un golpe en el rostro, alguien sostuvo mi mano con fuerza y después sostuvo la otra para inmovilizarme.

—¡Suéltame!—exclamé volteando para ver a Todoroki.—¡Lo mataré!

—¡Basta Aizawa!—Todoroki me agarró con más fuerza.

Seguí forcejeando por unos momentos, después al volver mi mirada a Katsuki mis ojos se llenaron de lágrimas de coraje y amargura, deje de forcejear.

—¡Te odio!—reclamé hacia Bakugou a la vez que Shoto pasaba uno de sus brazos por el frente de mis hombros para hacerme hacia atrás.—¡Ojalá jamás te hubiera conocido!

La mirada de Katsuki se oscureció en unos segundos, tomó un papel del suelo y me lo arrojó en la cara.

—¡Vete a la mierda! ¡Fenómeno!

𝗘𝗹 𝘁𝗲𝗺𝗼𝗿 𝗮 𝗹𝗮 𝗽𝗲́𝗿𝗱𝗶𝗱𝗮   ᵇᵃᵏᵘᵍᵒᵘ ᵏᵃᵗˢᵘᵏⁱWhere stories live. Discover now