𝗢𝗡𝗘

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No tenía ni una semana de nacida cuando me raptaron del hospital en la primer oportunidad que tuvieron libre; no fui feliz en mi infancia y eso se reflejo abruptamente en mis años siguientes de vida.

Cuando cumplí diez años, un buen puñado de héroes fueron a mi rescate y en especial un hombre apodado “Eraser Head” tuvo un interés especial hacia mi; jamás podría terminar de describir la manera en la que él me tomo en sus brazos la primera vez que nos vimos... Era cálido y tan lleno de amor que me sofocaba con tan solo un solo respiro de su cercanía, inundaba y embriagaba mi corazón de calma y no sabía porqué. La simple explicación terminó por ser que él era mi padre, quien me había estado buscando por diez años sin perder la esperanza de que yo siguiera viva, aunque esas probabilidades eran casi nulas a la gran cantidad de años que estuve desaparecida.

Tuve que obligarme a mi misma a conocer a mi padre a los plenos diez años, no sabía quién era o que era lo que hacía; estaba ahí en frente de mi pero yo no lograba percibirlo, era un simple individuo en mi campo de visión que de alguna manera intentaba llegar a mi; pero nadie me había mostrado amor para ese entonces, su afecto era ajeno a mi percepción y totalmente diferente a lo que estaba acostumbrada.

Papá me mandó a terapia por varios años, a su vez mis siguientes años de estudios fueron en una secundaria especial para chicos como yo, con algunos problemas de profundidad en el subconsciente.

La escuela secundaria de Corusan era una institución que solo aceptaba a esos alumnos que necesitaban ayuda con sus estudios básicos o no tenían idea de sus vocaciones; en esta escuela fue donde conocí a Todoroki Shoto. Él era un joven atormentado por el pasado y asustado de su presente, igual que yo. Ambos estábamos en una negación constante al uso de dones que percibimos como “no nuestros” y la pertenencia de alguien a quien odiabamos. Shoto odiaba a su padre y a su poder de fuego, yo odiaba a All for One y los dones que me había entregado como parte de un experimento.

El único don que podía aceptar en mi vida era el que le pertenecía a mi padre, el llamado “Erasure”, y pase seis años enfocándome en él para hacerme una heroína igual a mi padre, sin usar el don de mi madre ni los dos restantes que ni siquiera eran míos. Compartíamos un odio y eso nos hizo unidos.

Crecí parte de mi primaria y secundaria con mi padre y su mejor amigo, Hizashi Yamada. Los dos me dieron todo el amor que pudieron y lograron convertirme en una chica feliz con una familia funcional; Todoroki a veces se enojaba conmigo por eso, pero en algún momento logramos resolver ese problema entre nosotros.

Me gradué de secundaria, y de inmediato supe que quería ir a la U.A., lo sentía como algo familiar para ese entonces así que considere que sería lo más coherente. Entré a los exámenes por recomendación al igual que Todoroki, ambos nos encontramos ahí para las pruebas; primero empezamos por el examen escrito y después seguimos con una prueba de esfuerzo físico consistente en una pista de obstáculos.

—¡Pueden usar sus dones a su gusto, solo deben llegar a la meta y pasarán el examen!—aclamó Hizashi introduciendo la prueba a todos los recomendados.

Para ese punto Todoroki y yo ya habíamos hecho un acuerdo, yo lo ayudaría a él y él a mí, no había regla que nos prohibiera trabajar relativamente en equipo.

—Asi que el hijo de Endeavor.—Todoroki y yo volteamos la mirada para ver a un chico alto de cabello oscuro y muy corto.—Impresionante.

Cómo era costumbre, Todoroki no se inmutó a sus palabras y se limitó a darse la vuelta para evitarlo, y de igual manera yo lo seguí sin decir nada, por lo general llegaban a molestarlo y preferíamos no exponernos a eso. —Nozomi. Oí mi nombre ser llamado de una voz conocida y me di la vuelta para ver al héroe profesional Present Mic, quien yo conocía más como un familiar. —¿Si?

𝗘𝗹 𝘁𝗲𝗺𝗼𝗿 𝗮 𝗹𝗮 𝗽𝗲́𝗿𝗱𝗶𝗱𝗮   ᵇᵃᵏᵘᵍᵒᵘ ᵏᵃᵗˢᵘᵏⁱDonde viven las historias. Descúbrelo ahora