𝗘𝗹 𝘁𝗲𝗺𝗼𝗿 𝗮 𝗹𝗮 𝗽𝗲́𝗿𝗱𝗶𝗱𝗮 ᵇᵃᵏᵘᵍᵒᵘ ᵏᵃᵗˢᵘᵏⁱ

𝗙𝗜𝗩𝗘

El día de hoy tomaríamos un entrenamiento en la USJ con la profesora “Trece” principalmente sería una forma de afinar nuestros rescates y ser mejores en situaciones adversas. En el trayecto a la zona de entrenamientos me senté en el autobús con Todoroki y me quedé dormido junto a él mientras me abrazaba por el hombro.

Cuando salimos del autobús, de inmediato me vi envuelta por varias de mis compañeras que me veían con una sonrisa curiosamente preocupante.

—¿Todo bien?—cuestioné por lo bajo acomodando las vendas de mi cuello y paseando la mirada por todas.

—¿Todoroki es tu novio?—escupió Hagakure, yo fruncí las cejas y bufé de inmediato.

—¿Mi novio? Que va, claro que no. Que ridículo.—dije.—Somos mejores amigos desde la secundaria, pero nada más.

Guardaron silencio por un momento y se vieron entre ellas.

—Pero eres la única que trata bien.—habló Momo.

—Y que yo sepa los amigos no acarician la mejilla de sus amigas cuando duermen.—me detuve y las observé con seriedad.

—Con todo respeto chicas, Todoroki y yo somos muy buenos amigos y aunque fuéramos novios, no se los diría.—quejé.—No tenemos esa confianza.

—¿Ni yo?—indagó Mina, la volteé a ver y suspiré.

—Bien, tu si, pero la verdad no tengo nada con él.

Me adelanté a ellas y solo Mina me siguió, se puso a mi lado y no dejo de observarme.

—Escupelo, Mina.—balbuceé con los brazos cruzados intentando prestar atención a la presentación de la maestra Trece.

—En el autobús Todoroki se veía muy cariñoso contigo, no es algo muy común.—alcé los hombros.

—Nos hemos tratado como hermanos desde la secundaria, yo lo veo normal.—dije.—Somos como familia.

—No quiero ser metiche, pero yo no haría eso.—suspiré cansada al oír la voz de Denki.—Muy cariñoso el nene.

—Mucha confianza.—dijo ahora Sero.

—¿Pueden dejar de ser chismosos?

—La verdad incluso a mí me interesa.—todos volteamos hacia Bakugou quien había dicho eso pero sin voltear a vernos.—No es nada convencional la manera en la que te protege como su tonta pareja ¿No?

—¿Se callan? No escucho.—quejó Kirishima.—Dejen a Nozomi, si dice que no tiene novio es porque no tiene novio. Ahora, concentrados.

Trece terminó su discurso y todos aplaudimos a la vez, antes de que terminará de aplaudir mi papá se acercó a mi.

—¿Todo bien? Si quieres puedo llevarte a casa.—volteé a él y le di una cálida sonrisa.

—Estoy bien papá, no tienes que preocuparte por mi.—tomé su mano discretamente y la apreté con una sonrisa.—Gracias.

Él me sonrió levemente y suspiró antes de volver al frente con la maestra.

—Oye Aizawa.—Todoroki se acercó a mi y puso su mano en mi hombro.—¿Ya mejor? ¿Necesitas algo?

—Una nieve de limón.

—Dejame encontrar un limón.—Todoroki se vió dispuesto a buscar un limón, pero yo lo detuve del brazo riendo por su reacción.

—Era una broma Todoroki, no necesito nieve.—Todoroki ladeó la cabeza.—Estoy bien, no necesito nada.

—¿Segura? No me cuesta nada ir por limón.—me aguante las ganas de reír por la usual actitud de Todoroki a tomarse todo en serio.