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Bridget

Cuarto mes de prueba


Cuando llegó la graduación un mes después, ya había
logrado encerrar a todas las mariposas en una jaula,
excepto a una rebelde que se escapó dos veces. La primera,
cuando vi a Rhys haciéndole mimos a Flor , quien con lo
adorable que era había conseguido conquistarle.

Y otra vez cuando vi cómo se le tensaban los músculos mientras metía las bolsas de la compra en casa. No les hacía falta gran cosa para echar a volar. Malditas.

Aun así, a pesar de los bichos pesadísimos que vivían de
gratis en mi estómago, intenté comportarme con
normalidad alrededor de Rhys. No me quedaba otra.
—¿Me vas a dar alguna medalla o un certificado de
reconocimiento por haberme portado tan bien estos cuatro
meses? —Daba la casualidad de que el último día del
periodo de prueba coincidía con mi ceremonia de graduación, y no pude resistirme a burlarme de Rhys mientras esperábamos a que Ava preparara el trípode para hacer la foto. Era nuestra fotógrafa de grupo no oficial.

—No. Lo que ganas es un teléfono sin rastreador. —Rhys
examinó el patio, con la mirada clavada en los padres de
barriga cervecera y en las madres blancas y rubias vestidas de marca de arriba abajo.


—Lleva todo este tiempo sin rastreador.
—Pues ahora se queda así.
Al parecer, Rhys nunca había oído hablar de la empatía.
Estaba intentando estar de buen rollo, y él estaba más serio
que un ataque al corazón.
¿En serio, Bridget? ¿Este es el tío por el que sientes
mariposas?
Antes de que se me ocurriera una respuesta ingeniosa,
Ava nos hizo un gesto para que fuéramos a hacernos las
fotos, y Rhys se quedó por detrás mientras yo me colocaba
junto a Jules, Stella, Josh y Ava, que controlaba la cámara
con una aplicación del móvil.
Ya me ocuparía luego de las mariposas. Era el último día
en el campus con mis amigas como alumna y quería
disfrutarlo.


—Me has pisado —le dijo Jules a Josh.
—Pues quita el pie de donde estoy yo —replicó Josh.
—Lo dices como si tuviera la intención de poner alguna
parte de mi cuerpo en tu camino...
—Tendría que desinfectarme después de...
—¡Que os calléis! —Stella levantó las manos en el aire,
haciéndonos callar a todos con su tono. Normalmente era la
más zen del grupo—. O subo a Instagram las peores fotos
que tengo de vosotros dos .
Josh y Jules ahogaron un grito.
—¡Ni de coña! —dijeron a la vez antes de mirarse.

Contuve una carcajada mientras Ava, que era quien solía
mediar en los conflictos entre su amiga y su hermano,
sonreía.
Al final logramos hacernos una foto de grupo decente, y
luego otra, y otra, hasta que tuvimos bastantes fotos como
para llenar media docena de álbumes, y entonces llegó la
hora de despedirnos.
Abracé a mis amigas e intenté tragarme el nudo de
emoción que tenía en la garganta.


—Os voy a echar de menos.
Jules y Stella se quedarían en Washington, una para
estudiar Derecho y la otra para trabajar como asistente en
la revista D. C. Style , pero Ava se iba a Londres con una
beca de estudios de un curso entero, y yo me iba a Nueva
York. Había convencido a la Casa Real de que me dejaran
quedarme en el país como embajadora de Eldorra. Si había
algún evento que requiriera la presencia de la familia real
de Eldorra, yo iría en representación. Desgraciadamente,
por mucho que quisiera quedarme en Washington, la
mayoría de los actos se celebraban en Nueva York, por lo que iría para allá.
Le di el abrazo más largo e intenso a Ava. Entre su drama
familiar y su ruptura con Alex, lo había pasado fatal en los
últimos meses, y necesitaba más cariño que nadie.


—Te va a encantar Londres —dije—. Será un nuevo
comienzo, y tienes el librito que te regalé con todos los
lugares de visita obligada.
Ava esbozó una breve sonrisa.

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⏰ Última actualización: Apr 04 ⏰

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