Ella nunca podrá ser suya... pero de todos modos se la llevará. El estoico, melancólico y arrogante, guardaespaldas de élite Rhys Larsen tiene dos reglas: 1) Proteger a sus clientes a toda costa. 2) No involucrarse emocionalmente. Nunca. Él nunca se ha sentido tentado a romper esas reglas... hasta ella. Bridget von Ascheberg. Una princesa con una vena obstinada a la altura de la suya y un fuego oculto que reduce sus reglas a cenizas. Ella no es nada de lo que él esperaba y todo lo que nunca supo que necesitaba. Día a día, centímetro a centímetro, ella rompe sus defensas hasta que se enfrenta a una verdad que ya no puede negar: juró protegerla, pero lo único que quiere es arruinarla. Tomarla. Porque ella es suya. Su princesa. Su fruto prohibido. Todas sus fantasías depravadas. Real, de voluntad fuerte y atada por las cadenas del deber, la princesa Bridget sueña con la libertad de vivir y amar como quiera. Pero cuando su hermano abdica, de repente se enfrenta a la perspectiva de un matrimonio sin amor políticamente conveniente y un trono que nunca quiso. Y mientras navega por las complejidades y traiciones de su nuevo papel, también debe ocultar su deseo por un hombre que no puede tener. Su guardaespaldas. Su protector. Su ruina.