Capítulo 42 Es tu decisión

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-Emily, ¿estás bien?-

En medio de la penumbra ella apenas pudo distinguir una sombra alta y delgada que estaba parada en la puerta del baño

Casi instintivamente agarró una toalla y se tapo antes de responderle.

-Estoy bien-

-Bueno-

Enseguida, Jacob se dio la vuelta para no interrumpirla.

Pero tan pronto como la idea de quedarse sola en el baño a oscuras pasó por su cabeza. Emily le pidió.

-Por favor, espera un momento, Jacob-

Él se detuvo en seco y regresó en un instante, como si hubiera estado esperando que ella lo llamara.

-Tengo un poco de miedo, ¿podrías esperarme en la puerta?-

-Pero me pediste que mantuviera la distancia-

Jacob respondió con voz tranquila, pero añadió con una pizca de sarcasmo.

-Entonces, si quieres que me quede en la puerta, ¿no?-

-Si, por favor-

Al darse cuenta de lo que le estaba pidiendo.

Emily se puso roja por la verguenza. Sin embargo, cuando notó que Jacob no podia verla en la oscuridad, se sintió aliviada agregó.

-Pero date la vuelta, por favor-

Aun así, Jacob se quedó en la puerta sin decir ni hacer nada.

Como no recibió respuesta de su parte, Emily le volvió a insistir.

-Jacob...-

Entonces, el tuvo que darle la espalda. Sin embargo, cuando volvió a escuchar el ruido del agua caer de nuevo y a medida que el baño se fue llenando de vapor caliente, Jacob se empezó a excitar también.

'Emily, incluso sin querer logras excitarme de una manera inexplicable', pensó Jacob.

¡Joder! ¿Acaso un hombre parado fuera de la ducha esperando que una mujer se bañara no era lo mismo que un lobo hambriento acechando a una oveja indefensa para comersela? No habia que ser demasiado listo para saberlo.

-Oye, ¿Emily, todo bien?-

Afuera, Jack habia escuchado el grito de Emily seguido por el tropel de la puerta al abrirse, lo cual hizo que se pusiera nervioso pensando que se había caido.

-No tengas miedo, Emily. Abre la puerta y déjame entrar...-

Sin embargo, tanto Emily como Jacob ignoraron por completo su repentina 'amabilidad'.

Finalmente, Jack se canso de esperar afuera sin obtener respuesta y empezo a golpear la puerta estrepitosamente.

Pero lo que no sabia era que Emily. temiendo por su seguridad y al no haber encontrado otro lugar al cual mudarse, habia cambiado su vieja puerta por una mucho más resistente y maciza.

Por lo tanto, a pesar de sus golpes desesperados, Jack no pudo abrir la puerta.

Mientras tanto, Emily se enjuago rapidamente, pues no quería hacer esperar mucho tiempo a Jacob en la puerta. Cuando termino, se vistió casi de inmediato y se consoló al ver su sombra en la puerta, resguardandola de alguna manera mientras se alistaba.

Mientras caminaba a la puerta, se resbaló al pisar el suelo mojado y de no ser por el cálido abrazo de Jacob se habría caído. Inmediatamente supo que fue él quien la salvó por el olor que tenía, el mismo aroma mentolado de su gel de baño

Los Besos de JacobDonde viven las historias. Descúbrelo ahora