Capítulo 7 Ridículo

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Esa era la primera vez que Emily miraba su rostro tan de cerca. Era tal su proximidad que ella pudo ver detalladamente sus pestañas, las cuales la hipnotizaron y avivaron las llamas de su corazón. La manera en que Jacob las agitaba le hacía recordar el centelleo de las estrellas en el cielo nocturno.

De hecho, él era bastante atractivo, la mirada en sus ojos era profunda y tenía la nariz aguileña y unos labios delgados tan seductores que Emily sentía que eran una especie de red que la envolvía cada vez más. Además, las líneas de su rostro eran perfectas y eso lo hacía lucir muy apuesto, como si un escultor dotado lo hubiera esculpido.

Anteriormente ella nunca se había detenido en esas cosas, como antes estaba saliendo con Jack, ella solo lo había visto con el respeto con el que se ve a un miembro mayor de la familia. Sin embargo, en ese preciso instante, finalmente se dio cuenta de que era un hombre realmente maduro, guapo y se sintió completamente atraída por él.

Los ojos de Jacob eran negros como la noche y estaban llenos de un deseo intenso. Mirándola con sus perlas negras penetrando en su interior, le preguntó:

-Ya terminaste con Jack... ¿No?-

Mordiéndose el labio, ella le respondió:

-Emm... sí, ya rompimos-

Si nunca hubiera terminado con aquel noviazgo, ella no habría coincidido con Jacob esa noche, pero por ahora todo permanecía nublado por la confusión.

-¿Entonces cuál es el problema?-

Incluso si ella aún fuera la novia de su sobrino, su relación no habría sido un problema para él. Jacob siempre obtenía lo que quería, y Jack, con lo inmaduro que era, nunca sería rival para él.

-De todas maneras esto sigue estando mal-

Los ojos de Emily estaban rojos e hinchados por todo lo que había llorado y con una voz llena de remordimiento y vergüenza, le dijo tímidamente:

-Señor Gu, ¿podríamos simplemente olvidar lo que pasó esa noche, por favor?-

Emily era una chica muy tradicional y conservadora. Aunque había estado tres años junto con Jack como su novia nunca llegó a tener sexo con él, y ahora, de la nada, se había acostado con el tío de su ex novio, a quien no tenía mucho tiempo de haber conocido. Incluso cuando Jack y Jacob no compartían la misma sangre, ella no dejaba de sentir remordimiento por lo que había pasado esa noche.

Ciertamente no estaba dispuesta a asimilarlo, y ahora lo único que le quedaba por hacer era acobardarse y evitar hacerle frente al asunto.

Avergonzada como estaba, Emily lucía como un ciervo asustado, mientras que Jacob la miraba fijamente a los ojos con el corazón ablandado.

Poco a poco fue soltándola pero su tono fue igual de severo cuando le dijo:

-Emily, ya no puedes escapar de mí, te deseo y quiero que seas mi mujer-

-¿¡Cómo se te ocurre algo así!?-

-Cualquier cosa que desee es posible-

-Pero yo no deseo eso... ¡Yo no quiero estar contigo!-

A Jacob no le sentó muy bien su rechazo y la fulminó con la mirada, de la misma manera en que el amo de una mascota vería a un animal desobediente.

-Pensaba que eras una chica inteligente. ¿Qué es lo que deseas entonces? ¿Dinero, fama, estatus? ¿O algo qué?-

-¡No necesito ninguna de esas cosas!-

La condescendencia de Jacob hizo que Emily se ofendiera y con ello que desapareciera el sentimiento de gratitud que tenía por él.

Los Besos de JacobWhere stories live. Discover now