Capítulo veintiuno.

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Pongan su presente nuevamente ❤️

Ginger.

Años atrás.

Jugue con el móvil en la mano mientras volteaba a todos lados, Eros había llegado hace un rato y están pidiendo una bebida, pero en estos momentos unas chicas se habían acercado a él.

Pero tenía que fingir que todo estaba bien aunque no lo estaba.

Sentí como alguien se ponía a lado de mi y ponían sus brazos sobre mis hombros, volteé encontrandome con Evan que me dedico una pequeña sonrisa.

—¿En qué piensas, Gin?

—Uhm, en nada. —Le respondí, suspirando y viendolo con fijeza.

—No parece que en nada, estás tensa.

—Solo estoy un poco estresada por la universidad, pero es normal.

—Si, claro. —Besó mi mejilla.

Eros había llegado y una morena lo venía siguiendo con una sonrisa en el rostro, mi novio sintió mi mirada y me sonrió, y yo le fruncí el ceño, quería pedirle a esa chica que se alejara de él.

Ella toco su pecho mientras se reía, Eros miró su mano y se alejo un poco de ella, ella al parecer no entendio la indirecta porqué se sentí a lado de él y comenzó a contarle sobre su vida, casi gritaba queriendo llamar toda la atención de mi novio, Eros bebió de su cerveza y su nuez de Adán se movió, distrayendome.

—¿Y dime, tienes novia? —Ella le preguntó.

Supe que ese era el momento indicado para que me acercara a ellos, fingí que iba a la barra por una bebida y aproveché para darle una mirada a Eros, él me sonrió de inmediato.

—Algo así, es complicado. —Le respondió sin dejarme de observar.

Deje de verlo para mirar al barman y pedirle mi bebida.

—¿Que te doy, guapa? —Me guiño un ojo.

—Un mojito, por favor. —Le sonreí, y escuché un gruñido bajo que provenía de Eros.

—Eres muy guapo —La chica paso sus uñas por la camisa de Eros y él alzó una ceja mientras quitaba nuevamente sus manos, ella se le estaba insinuando.

—¿Si? —Ella asíntió.—Bueno, ya lo sabía pero muchas gracias con el dato.

—Vivo cerca de aquí. ¿Te gustaría ir a mi apartamento?

La sangre comenzó a hervirme y mi mandíbula se desencajo.

—Parece una idea tentadora. —Eros fingió ilusión—Pero como vez, he venido a pasar el rato con mis amigos, no a coquetear.

Al escucharlo decir aquellas palabras me fue inevitable no sonreír.

Pobre chica, bueno realmente no.

—Oh. —Ella pareció decepcionada y Eros le dedicó una sonrisa ladeada que hizo que los ojos de la chica brillarán.

—Oye, Eros. —Lo llamé, él alzó una ceja mientras me observaba.

—Dime, gin.

—¿No te gustaría ir a tomar un poco de aire? Siento que me estoy mareando.

—¿Ella quien es? —La chica le pregunto viéndome de arriba hacia abajo, dedicándome una sonrisa falsa, ella era patética.

—Es la hermana pequeña de mi mejor amigo y si no salgo con ella y le llega a pasar algo, él me mata. ¿Entiendes, no?

Finge que me odias Donde viven las historias. Descúbrelo ahora