¿Y si rompemos las reglas?

¿Mi mejor amigo?:

Katherine

-Hola Katherine, pasa, sientate cómoda. -me saluda cálidamente Harry, mi psicólogo.

Es un hombre bastante mayor, de unos 50 tal vez, con el cabello cubierto por blancas y finas canas y de ojos profundamente negros. Él me transmite paz, no sé cómo lo hace pero sí. Parece entenderme.

-Hola D. Harry -hago un gesto de saludo. Me siento en la silla que está justo en frente de su escritorio y suspiro.

-¿Cómo te sientes? -pregunta mientras abre un cuaderno negro.

-Bien, supongo. -contesto. En verdad no sé exactamente cómo me siento.

-¿Cómo te has sentido esta última semana? -continua preguntando en lo que anota algo en ese cuaderno negro que me despierta curiosidad.

-Más relajada, aunque sigo sintiendo ese dolor en el pecho cuando pienso en mi madre. -admito.

-Es normal Katherine, no es fácil de asimilar para ti. -dice con un tono de voz dulce. -¿ Qué sentiste la última vez que pensaste en tu madre?

-Sentí dolor, un dolor incontrolable. También sentía que me asfixiaba, intentar respirar era inútil -mi voz se quebró por un momento.

-Creo que estás teniendo ataques de pánico y para controlarlo tendrás que contar tu respiración, inhalar y exhalar mientras cuentas despacio, para regular tu respiración. -asiento con la cabeza -¿Hay algo más que quieras contarme?

-Mi padre ha comenzado una relación. -digo andina.

-Eso es bueno. -se alegra y observa detenidamente mi reacción.

-Para mí no lo es. -me crucé de brazos.

-¿Por qué lo dices?

-No lo entiendo. ¿Cómo puede olvidar tan fácilmente a mamá? ¿Ya no le importa? ¿Qué será de mí ahora? ¡Ella no remplazará a mi madre, nunca! -exclamo exaltada.

-Katherine, tranquilízate. -me da una mirada de desaprobación -Tu padre no ha olvidado a tu madre y mucho menos te olvidará a ti. Sólo intenta salir adelante, como lo haces tú. -intenta explicarme. -Es difícil para él tanto como para ti. No quiere remplazar a tu madre, ni hacer que alguien ocupe su lugar. Quiere sentir algo más que dolor y tristeza. Quiere una acompañante y si a elegido a alguien ya, debes respetarlo. Está bien que a ti te tome más tiempo asimilar las cosas, nadie te está forzando a que superes toda esta situación de golpe, tu padre respeta tu espacio y tu debes hacer lo mismo con él.

No digo ni una palabra al respecto porque sé que tiene razón. He sido una egoísta.

-Necesito irme -digo al D. Harry y él asiente dejándome marchar. Salgo de la oficina y cierro la puerta detrás de mí evitando hacer mucho ruido.

Voy caminando por el pasillo principal con la cabeza baja, sumergida en mis pensamientos.

Mi padre también ha sufrido, tuvo que dejar su vida y comenzar a trabajar. A pesar de que no estaba bien se preocupó porque yo sí lo estuviera, me paga un psicólogo y además la prepa. Y a mí sólo me preocupa si tiene novia o deja de tenerla. Debería de intentar estar mejor, por él, ya que por mí no es suficiente.