8. Manada

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MANADA.

Los árboles pasaban rápidamente por mi campo de visión.
Estaba corriendo por el bosque en mi forma humana, no quería que la manada se conectara conmigo en éstos momentos.

Llegué a casa con la respiración agitada, el rostro empapado en sudor, y con la mente hecha un lío.
Cierro la puerta tras de mí, recostándome en ella, maldiciendo lo que había sucedido incontables veces.

-¿Jake?

Lo oí llamarme al acercarse.

Miro a mi padre con los ojos cristalizados, siempre intento no mostrarme de ésta manera ante él, pero ahora al sentir como se derrumban mis sentidos, no puedo evitarlo.

Voy en su dirección, abrazándolo y escondiendo el rostro en su cuello. No sabía que hacer eso me daría la seguridad que necesitaba en esos momentos, tenerlo a mi lado me ayudó a calmarme un poco.
Corresponde el abrazo, palmeando suavemente sobre mi espalda. Debe de estar tan sorprendido como yo de mis acciones.

-Papá yo, yo....

No sabía como pronunciar las palabras correctamente. Es frustrante tener esa impotente sensación en momentos como éste.

-Tranquilo hijo, trata de calmarte y dime que ha sucedido.

Me sostiene por los hombros para que le mirara, esperando con paciencia una respuesta.

-Yo...me imprimí.

-Eso es algo bueno, ¿No te alegra?

-No, no ¡No lo hace! Mi impronta es... es un vampiro.

Caigo de rodillas al decirlo, ya que sé que eso me traerá infinidades de problemas, y no sé si seré lo suficientemente fuerte para superarlos.

-¿Un vampiro? Pero es....

Mi padre tampoco podía creer lo que le estaba diciendo.

En todas las generaciones de lobos jamás se había registrado algo como eso, ¿Y tenía que pasarme justamente a mí?

Pasa su mano por mí cabello, tratando de consolarme.

-Mírame, Jacob.

Alzo la vista para verlo, debo de verme espantoso en estos momentos, con la cara roja y los ojos llorosos, ¿Qué tan patético es eso?

-No importa quién sea tú impronta, siempre estaré a tú lado, eres mi hijo después de todo, un Black . Y haré lo posible para ayudarte.

Me abraza con fuerza, algo que yo respondo de la misma manera.

-Entonces Jacob, ¿Puedes decirme quién es ése vampiro?

Tan solo recordar su nombre hace que me vuelva a agitar.

-Él es... Edward Cullen.

-¿Uno de los Cullen? Ya veo.

Rompe el abrazo, y me vuelve a sostener de los hombros.

-Por ahora, ve a descansar, Jacob. Mañana con las ideas más claras, buscaremos una solución. ¿Está bien?

Asentí con decaimiento, me sentía agotado, frustrado, esperando a que todo esto terminara de una vez.

Me despedí de Billy, y me encerré en mi cuarto. Desplomándome sobre la cama, enterrando la cara en la almohada, apretándola con fuerza.

Dicen que encontrar a tú impronta es la sensación más extraña y reconfortante que se siente en el mundo.
Ese no es mi caso, se supone que te hace sentir eufórico y te sientes completo, no derrumbado y ahogado en tu propia realidad.

Reflejado en tus ojosWhere stories live. Discover now