-Os preguntaréis por qué os he citado aquí a todos -dijo el psicólogo.
-Solo un poco -replicó July.
Estaban los seis amigos en la consulta del doctor, en círculo, con una hoja de papel y un lápiz cada uno.
-He preparado un juego.
-Estoy harta de sus juegos -se quejó Valerie.
-Lo que tenéis que hacer -comenzó a explicar el hombre, ignorándola- es escribir una carta a alguien de aquí.
-¿A quién nosotros queramos? -preguntó Ian.
-Sí. Tenéis que contarle todo lo que os pasa a esa persona: qué sentís, qué pensáis... vuestros secretos. Lo que nunca le habéis dicho a nadie.
-Si no se lo hemos dicho a nadie será por algo -dijo July.
-Y, un último detalle -añadió el doctor-: os vais a dirigir a esa persona como "anónimo". Cada vez que la nombréis, le llamáréis "anónimo". A la hora de firmar, firmaréis como "anónimo". Y si nombráis a una tercera persona, también será...
-Anónimo, vale -lo interrumpió July-. Empecemos.
Estuvieron escribiendo más de media hora. Algunos, como Da, pensaban mucho lo que iban a escribir. Otros, como Ian, pusieron lo primero que se les vino a la cabeza.
Los seis se miraban de vez en cuando. Nadie decía nada. El único sonido que se escuchó fue cuando Brais pidió un sacapuntas.
-Ya está.
Depositaron las cartas, cerradas, en el centro del círculo que ellos mismos habían formado.
Al día siguiente se las darían.
YOU ARE READING
Valerie.
Short Story"Me volví loco con largos intervalos de horrible cordura" - Edgar Allan Poe.