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Al amanecer Emilio despertó y se asustó al no ver a su adorable, hermoso y embarazado esposo junto a él, miro el reloj y vio que eran las once de la mañana maldijo porque se dio cuenta que ya era tarde para ir a trabajar, se levantó y se dirigió al baño pero Joaquín no estaba ahí se lavó la cara rápido y salió de ahí en busca del omega. 

Al bajar las escaleras vio a los empleados que hacían sus quehaceres se acercó a una beta y ella al verlo hizo reverencia. 

—¿Donde esta mi esposo y mis hijos? —pregunto. 

—Ellos están en el jardín. —respondio. —estan en la piscina.

—Gracias. —hablo. 

—¿Gusta que le lleve el desayuno allá? —pregunto. 

—Si porfavor. —dijo. 

La mujer asintió y el se dirigió al jardín y efectivamente ahí estaban sus hijos Jae  ayudaba a nadar a su hermana mientras Joaquín está en las sombras con los gemelos los cuales estaban jugando con unos pequeños juguetes. Joaquín al sentir la presencia dejo la revista y le sonrió. 

—Hola amor. —hablo. 

—Me dejaste solo. —se acercó para sentarse al lado del omega. —¿Puedo saber porque? 

—No duermes bien y merecías un descanso. —miro a sus hijos. —cuando llegué al quinto mes podrás volver a hacerte cargo de los cuidados. —lo miro. —por el momento necesitas descansar por tu salud y es una orden. 

—Se que no duermo mucho. —suspiro. —pero lo hago porque sé que para ti aún es más pesado cargar con una vida dentro de ti y que aunque no compartimos el dolor del parto se que es muy doloroso. —miro a uno de sus hijos y lo cargo.

—por eso trato de recompensarte dejando que tú descanses. 

—Se que no lo haces con malas intenciones pero es malo para tu salud. —le acarició la mejilla. —por eso yo te lo voy a recompensar dejando que duermas las horas debidas. 

Emilio asintió y Joaquín le sonrió luego de desayunar Emilio sonreía al ver a sus hijos jugar en el agua, miro a Joaquín el cual seguía leyendo la revista sonrió al ver que en el cuello del omega estaba el collar que me había dado. 

—Usas el collar que te di. —dijo Emilio y Joaquín lo vio. 

—Si. —sonrio mientras tomaba el dije. —es muy bonito. 

Tercer mes de embarazo 

—Segun la ecografía. —hablo la mujer. —son dos niñas y un niño. 

Ambos se vieron y sonrieron de felicidad al saber de qué sexo eran los otros niños, también se dieron cuenta que los mellizos (los hijos de sus lobos) iban a nacer como humanos

¡Osorio Quiero Otra Niña!Where stories live. Discover now