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La semana pasaba con normalidad los niños iban y venían del colegio Joaquín cuidaba no solo de sus lindos gemelos sino que también de un alfa con síntomas de embarazo y le resultaba gracioso.

—Hyung. —dijo Joaquín.

El pálido alfa abrió los ojos y sonrió al ver a su hermoso omega verlo con una sonrisa, se sentó en la cama mientras Joaquín se sentaba al lado de el, ambos se vieron y se sintieron en paz estaban felices de estar juntos y aún más con el o la pequeña en camino.

—Vamos Emilio tenemos que ir a las revisiones. —hablo Joaquín.

—Solo tengo sueño. —susurro.

—Siempre lo tiene. —lo comenzó a mover. —ya Mailo.

Emilio a duras penas se levantó para dirigirse al baño y bañarse Joaquín preparaba la ropa del alfa y la suya al arreglarla se desvistió y se dirigió donde su alfa el cual se estaba bañando tranquilamente. El omega sonrió mientras abrazaba de la espalda a su alfa dejando que el agua fluyera en su cuerpo.

—Joaquín. —se giro el alfa para ver a su omega bajo la regadera con una sonrisa.

—Se olvidó de mi hyung. —sonrio Joaquín mientras se acercaba aún más al alfa. —podemos hacer otro cachorro ahora Osorio.

Emilio sonrió y atrajo a él a su esposo para besarlo con placer y con lujuria, Emilio llevo a los azulejos a su omega el cual sonrió mientras se dejaba besar el. Emilio lo cargo dejando que Joaquín enrredará sus piernas en su cintura mientras se movía fingiendo envestidas.

—Trata de no gemir fuerte Joaquín. —le beso él cuello mientras llevaba sus dedos a la entrada de su omega.

—Ahg. —gimio Joaquín. —hare lo que pueda.

Emilio lo beso mientras sacaba sus dedos para ir entrando en el lentamente, Joaquín ahogo su gemido en el cuello del alfa el cual comenzó a hacer suaves movimientos mientras le besaba el cuello.

—Emi... —gimio el omega. —ahg.

—Joaquin amor debes de ser silencioso. —le beso él hombro. —es nuestro secreto.

Joaquín sonrió mientras seguía disfrutando del calor que su alfa le estaba dando al terminar con un gemido ahogado y un orgasmo con unos cortos espasmos. Se sonrieron y se bañaron rápido para ir con sus hijos los cuales ya debían de estar desayunando, ambos iban tomados de las manos mientras se reían cómplices de lo que habían hecho unas horas atrás.

—Buenos días niños. —sonrio Joaquín el cual se sentó con ayuda del alfa.

—Buenos días papi. —sonrio la pequeña mientras se llevaba un poco de su comida a su boca.

—Buenos días papá. —hablo su hijo mayor mientras seguía comiendo su cereal.

—Papi tienes pintura morada en tu cuello. —señalo la pequeña al omega el cual casi escupe su comida.

Emilio soltó una carcajada ante lo dicho por su pequeña y Joaquín no pudo evitar sonrojar a mil

¡Osorio Quiero Otra Niña!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora