El hermoso y feliz matrimonio está en lo mejor de su felicidad luego del nacimiento de sus hermosos gemelos, pero todo cambia cuando Joaquín siente un vacío enorme y este duda si el Alfa podría llenarlo.
-Por favor Emilio- Suplico el Omega
-Joaquín...
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Joaquín ya se encontraba en la empresa listo para volver a trabajar, cuando llegó se detuvo al escuchar una conversación de unas trabajadoras con aquella chica que Emilio le había mencionado.
—Intente y no quiso. —tomo su taza de café. —enserio es tan frío como dicen.
—El está casado y tal parece que no está dispuesto a dejar a su esposo. —hablo otra. —lo mejor es que no intentes nada.
—Tengo que hacer que el duerma conmigo así lograré el puesto permanente. —las vio. —asi consigo que despida a ese omega. Joaquín frunció su ceño y abrió la puerta haciendo que todas se levantarán y le hicieran reverencia.
—Jefe de redacción. —dijo la chica.
—Deja la maldita hipocresía quieres. —la vio. —y de una vez te digo alejate del CEO Osorio ya que él es mi esposo y si yo quiero puedo despedirte.
—No te atreverías. —hablo.
—¿Crees que no? —rió. —soy su esposo y él no va a dudar en ponerse de mi lado y te sugiero que dejes de insinuarsete a él ya que aunque quieras no te va a meter el pene así que deja de intentar arruinar un matrimonio.
—Que seas el esposo del CEO no te hace nada aquí. —hablo molesta.
—Me hace mucho más ya que yo soy tu jefe firmaste para ser mi asistente y si no quieres está la puerta ahí. —dijo. —y por cierto nuestro matrimonio va de maravilla tenemos cuatro hijos hermosos y muy pronto un quinto. —se acerco para acomodarle el cabello. —yo tengo tan complacido a mi alfa que no me cambiaría por una omega cualquiera además no solo el me a marcado sino que su lobo lo hizo.
—Yo se que si me lo propongo lo tendre en mi cama. —hablo.
—Pues eso nunca va a pasar porque al único que Emilio le mete el pene es a mi. —dijo. —asi que va a ser difícil.
Joaquín salió de la sala para dirigirse donde estaba su esposo la secretaria le hizo reverencia.
—Estare en una reunión con el CEO Osorio. —hablo. —es de suma urgencia así que no queremos distracción.
—Como diga señor Osorio. —dijo la mujer.
Él entró y Emilio revisaba unos documentos así que no había prestado atención que el omega había ingresado y había puesto seguro a la puerta lentamente se fue desnudando para poner en el sofá su ropa y caminar donde su alfa el cual al sentir el aroma de su omega levantó la vista y sonrió.
—Pense que no ibas a venir. —hablo el alfa.
—Tuve una corta reunión con mi equipo de redacción. —sonrió Joaquín
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