Cuando el juego termina

1| El comienzo de todo

                            Abbey

—¡¡¡Vamos Abbey, llegaremos tarde!!! —oigo decir a Lee.

—Pues no es mi culpa que no me hayas avisado con medía hora de anticipación —le digo cansada de sus quejas.

—Tu solo apúrate, te quiero lista en 5 minutos —me lanza una remera a la cara y sale de mi habitación.

Me saco la remera de la cara y me empecé a vestirme, hoy iremos a ver el partido de futbol del Chelsea F.C. No soy muy fanática del futbol ni del equipo, pero Lee si y me obliga ir con él.

Me visto abrigada ya que adentro haría frío y estamos a 15°C, bajo toda lista y me encuentro con un Lee usurpando mi heladera.

—¿Qué haces Lee? No tengo nada extravagante para darte de comer. —digo mirándolo en la puerta de la cocina.

—Lo sé, pero con unos cereales me conformo. —dice mientras agarra un puñal de cereales desde la caja y se las come.

Pongo los ojos en blanco, paso por su lado, me agarro solo una manzana para ir comiendo y nos dirigimos hacia su auto para irnos al estadio donde se jugará. Íbamos escuchando la radio en el recorrido y tarareábamos las canciones que nos sabíamos. Cuando llegamos tuvimos que encontrar un lugar para estacionar, ya que había muchos autos ocupados y teníamos apuro de encontrar un lugar libre porque no éramos los únicos que estaban buscando un lugar donde dejar su auto. Pudimos encontrar un lugar vacío alejado del estadio y de la multitud de gente, pero eso no nos importaba, caminamos hasta llegar al estadio y vimos a personas con el logo del equipo pintada en la cara, otros con la camiseta del equipo, chicas sacándose fotos frente al estadio y otros esperando la llegada del equipo.

En cambio, nosotros decidimos entrar para conseguir un buen lugar antes de que se llene. Al entrar me recibió ese aire fresco en la cara, tuve que cubrirme un poco las manos por la sensación del frio, nos pusimos entre los asientos del medio para poder ver mejor todo lo que pueda pasar.

—Aún me pregunto ¿Por qué yo tengo que venir contigo a estos juegos? —digo mirándolo desde mi asiento ya que el aún no se había sentado.

-—Porque eres la única que me aguanta en estas cosas. —dice sentándose a mi lado mientras se acomoda la bufanda con las iniciales del equipo en color celeste y negro.

—Pero tienes a Víctor para eso. —digo indignada ya que Víctor era nuestro otro mejor amigo.

—Lo sé, pero hoy no se sentía muy bien para venir.

—Espero que valga la pena.—digo arrepintiéndome.

—Lo será Abbey, nunca fallan.

Suspiro aun con sueño y me encojo en mi asiento hasta que suena un molesto silbato que da por iniciado el juego. Todos nos ponemos de pie para recibir a nuestro equipo y ahí los veo salir de donde sea que salgan, todos recibiendo aplausos y silbidos, pero el que se lleva la atención es Jamie Kalisz. El quien se roba el suspiro de todas las chicas del estadio o, mejor dicho, de toda Inglaterra, menos del mío por supuesto, como decía, luego de los halagos al equipo y después del recibir al rival, ya comienza el juego.

Sinceramente Kalisz no juega tan mal, capaz que el puesto que tiene lo tiene merecido, digo él es hijo de Raúl Kalisz el mejor jugador de los tiempos del futbol, su padre fue el capitán del equipo del Chelsea F.C en su tiempo de juventud y quiere que su hijo siga los mismos pasos que su padre.

No tengo ni la más mínima idea de cómo es el juego, yo solo me quedo sentada mientas todos están parados alentando por el equipo.

Apoyo mi mentón en la palma de mi mano luchando conmigo misma para no cerrar los ojos y dormirme, siento como una mirada encima de mí, pero no puedo saber quién ya que tengo a un montón de gente a mi alrededor, de todas formas, me da igual quien me mira, estoy con sueño y nadie me va a impedir que cierre los ojos y que me pueda quedar dormida en medio de un partido.