Dos dudas menos *18

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—Paquete para Splendid.

Una voz fantasmal y caótica,caótica para sus oídos y su mente.

Aterrorizado,intento mirar hacia atrás pero su cuerpo no daba la vuelta,lo único que podía ver era el rostro apacible de Fliqpy,que dormía frente suyo dándole la cara en la misma cama.

Intento usar toda la fuerza que poseía para levantar el brazo y despertarlo,intento pedirle ayuda a gritos e intento cerrar los ojos para relajarse y dormirse.

Todo le parecía imposible.

Intentaba,intentaba e intentaba,solo lograba desesperarse más por la voz a sus espaldas.

¿El paquete? Si,el paquete.  Recuerda la horrenda experiencia,la silueta que le entregaba un paquete y después caer muerto,despertar en su casa y enterarse que había un paquete para el.

—Abre el paquete.

¿Como quiere que lo abra? No puede ni moverse.

—Abre el paquete. Hay algo para ti.

Le suplico en su mente a Fliqpy y sus ojos se humedecieron,sintió una fría mano recorrer su espalda y unas largar uñas encajarse en su piel.

—Abre el paquete.

— Mamá quiere que abras el paquete.

¿Mamá?

—¡Despierta!

El peliazul abrió sus ojos de golpe,respirando profundamente y sintiendo la libertad de poder moverse a su antojo.

Sus lágrimas viajaron de sus ojos a sus cachetes hasta su mentón,donde cayeron y se perdieron entre las sábanas de la cama.

—Gracias-

Con una sonrisa se volteó a Fliqpy,agradeciendo por despertarle pero una cachetada lo dejo estupefacto.

—¡Ya van dos veces! ¡Dos veces! ¿¡Que mierda haces aquí!?—Era Flippy.

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—Yo estoy bien—Se despertó después de una noche de llanto. Se repitió así mismo aquellas palabras intentando acostumbrarse a la luz,que le quemaba las retinas.

Floto por la sala hasta el baño,donde se lavo la cara intentando quitar la incomodidad pero aún prevalecía.

Orino y luego se cepillo con una notable pesadez durando menos de lo provisto por su pereza.

En la cocina se sirvió un cereal con leche y marchando a su cuarto para colocar las noticias.

Cuando fue abrir la puerta de su cuarto algo lo detuvo,quedando varado frente a una caja mediana en la entrada de su habitación.

—Oh... Todavía sigue aquí—tomo entre sus manos la caja y la sacudió sin cuidado—Parece ser algo pequeño.

—No pasará nada si...—Con su uña quito la cinta adhesiva y abrió en par la caja,su expresión de total curiosidad infantil fue reemplazada con una mueca de aburrimiento. Dentro de la caja solo había una piedra,una sosa y simple piedra rústica de un tono grisáceo y por algunas partes escarchadas.

—¿Que mierda?—Sujeto la piedra y la detalló. Se encogió de hombros y la volvió a meter en su contenedor,cargado con este hasta el cuarto de Splendid y dejándola en una mesa de noche.

Con su taza de cereales se encerró a comer a su cuarto,tirando la puerta de una patada.

Después de horas de entretenimiento basura,comenzó a aburrirse el pelirrojo—Esto es una mierda.

Se revolvió con desespero el cabello y su rabia lo hubiera dejando calvo si no fuera que vio un papel caer de sus hebras.

Quedó tieso unos segundos antes de visualizar la tarjeta a fondo; era una tarjeta de presentación.

Era la tarjeta de presentación de Lummpy.

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—¡¿Flippy!?

—¿¡Quien más!?

Una vez más,quien tenía el control era Flippy que amaneció más histérico que nunca ante la presencia ajena.

Estaba consiente que tenía varios días sin tomar el control absoluto a su cuerpo y eso le comenzaba a aterrar.

Despertar con el héroe tampoco le fue gratificante y menos al ver los chupetones que el peliazul tenía,pensando que posiblemente el también los tenga y no estaba equivocado,tenía la piel morada y roja en muchas zonas.

—¡¿Tiene que ver con Fliqpy!?¿¡Verdad!?—Splendid se congelo,observando como el menor se tomaba el cuello con fuerza,toqueteando los morados y sintiendo el dolor ante tan brusco tacto.

—¿¡Que tanto hacen ustedes dos!?¿¡Que hace el fuera todo el tiempo!?

Se desesperó,sin lograr tener la mínima idea de porque el cambio en Fliqpy; él ya no tomaba el control durante una tragedia,lo hacía cuando quería y tampoco lograba tener consciencia de que hacía,porque nada estaba hecho un caos cuando despertaba y nunca supo si Fliqpy mataba o no.

Se le salía de las manos. Ya no le importaba cuántas veces matará porque comenzó a ser normal pero ya no sabe que hace.

—Te diré,pero prométeme que te vas a tranquilizar.

Con ambas manos extendidas a el,el peliazul hablo,intentando transmitirle confianza como para acercarse sin problema.

Flippy asintió frenéticamente,sin alejar sus manos de su cuello o dejar de apretar.

—Fliqpy y yo somos parejas.





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Sin comentarios míos <3

¡Aloviuc' ti muun! (Terminada)Where stories live. Discover now