Regla #18

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                                                        Regla #18

Regla #18: Debes saber cuándo detenerte.

 —Voy a ir a la tienda, intenta no perderla esta vez.

 — ¿Cuándo te olvidaras de eso? —declaró el hombre de pelo azabache, una mirada molesta cruzo con su rostro sonriente.

—Dame veinte años y luego veremos—respondió—.  Kanya, voy a la tienda, ¿necesitas algo?

—Helado—dijo la niña sentada en el piso con sus juguetes.

—Eso es algo que quieres, no algo que necesitas—dijo la mamá sonriendo.

—Todos necesitamos helado—declaró.

—Pensaré en eso—dijo antes de salir por la puerta.

—Ya era hora—Izaya suspiró.

—No pierdas a mi hija—cerró la puerta y se dirigió a la tienda.

—Kanya-chan, prométeme que no te convertirás en eso—dijo mirando a su hija.

— ¿En qué, papá?

—Oh, nada.

—Eres extraño—soltó una risita—. Sushi, ¿tú también piensas que papá es extraño?—le hablo al felino que ronroneaba.

—Y ya está hablando con esa cosa… Le dije a ______-chan~ que no se emocione en inventarse personajes mientras estaba embarazada de ti—dijo para sí mismo mientras miraba su computadora—. Kanya-chan~ estoy aburrido.

—Pero mamá acaba de irse, ¿cómo estas aburrido? —Dijo mirándolo—. Ya sé, papá puede tener una fiesta de té conmigo y Sushi.

El informante rió entre dientes—Siento decirlo, pero esa no es mi idea de diversión.

—Por favor papá~

—No gracias.

—Por favor~ por favor~

—Kanya ya dije…

— ¡Mami lo haría!

—Bueno, lamentablemente yo no soy ella.

— ¿Por qué eres tan malo~?—ella hizo un puchero, después cruzó los brazos y lo miró.

—Porque ese es mi trabajo.

—No, tu trabajo es aburrido y por eso tú también lo eres.

—Hacer un berrinche no hará que las cosas salgan como tú quieras.

—Mamá dice que tú lo haces todo el tiempo.

—Bueno, está equivocada.

—Se lo voy a decir.

—Díselo—dijo ignorando la amenaza.

— ¡Papá!

—Ya dije…

—No me importa—resopló molesta.

—Escucha, Kanya-chan—habló con un tono más serio.

— ¡No! —dijo desafiante.

—Kanya.

— ¡No! ¡Quiero a mami!

—Estas empezando a sonar como un niño mimado.

—Tú lo eres.

—Una palabra más y vas a…

— ¡No! ¡No! ¡N…!—ella dejó escapar su llanto y miro a su padre con culpa. El informante se enderezó donde él se encontraba.

—Te dije que dejaras de actuar como una niña mimada y lo sabes. No creas que porque te dejo salirte con la tuya algunas veces puedas responderme.

Su declaración pareció traerla de vuelta a la realidad y las lágrimas de inmediato salieron de los ojos de la joven.  Corrió tan rápido como sus pequeñas piernas le permitían hacia su habitación llorando a gritos.

—Ya vol…—anunció ______, pero se detuvo al escuchar el portazo de una puerta, el llanto de Kanya y a Izaya de pie en medio del lugar, con una expresión que rara vez muestra— ¿Qué diablos hiciste?

—Ni siquiera…

—Yo ni siquiera me fui por treinta minutos pero vuelvo y mi hija está llorando.

—Tu hija se está convirtiendo en un niño mimado.

—Mi…hija…Izaya, tienes tres segundos para decirme que diablos pasó aquí.

—Ella me estaba respondiendo, así que le regañe.

— ¿Qué?

—Ya me oíste—declaró—tienes que hacer que deje esa actitud a un lado.

—Discúlpame, pero tú eres el que le permite hacer lo que ella quiere. ¿Y desde cuando haces eso? —lo señaló.

— ¿Hacer qué?

—Actuar como un padre. Es…extraño. ¿Por qué te respondió de todos modos?,  ella estaba jugando tranquilamente cuando me fui.

—Ella insistía en que yo juegue al té con ella.

—Y no lo hiciste.

—Obviamente no.

—Bueno, ¿Qué estabas haciendo?

—Nada.

— ¿Nada? Así que… no estabas haciendo nada. Kanya quería jugar contigo, tú dijiste que no, ella hizo un berrinche y entonces tú la regañaste.

—Exactamente.

La joven suspiró—Ve a hablar con ella, ahora.

— ¿Por qué debería?

—Porque ella heredó esa terquedad de ti y es tu culpa que ella haya actuado así en primer lugar. Ahora ve.

El informante suspiró rendido y subió las escaleras—Kanya—se puso de pie frente a la puerta, el sonido de un sollozo fue suficiente para hacerle saber que estaba escondido allí. El entró en la habitación y vio un pequeño bulto debajo de las sabanas de la cama—. Sal de ahí.

—No~ —la pequeña niña sorbió los mocos causando a su padre suspirar.

—Mira, yo solo lo hice porque estabas siendo…

—No soy mimada—dijo asomando su cabeza por debajo de las sabanas. Las lágrimas caían por sus pequeñas mejillas.

—Tienes razón, solo eres terca, como tu mamá.

—Y tú.

—Y yo—sonrió—. Ahora sal de ahí.

Salió de debajo de las sabanas y se frotó los ojos—Lo siento, papá—agachó la cabeza.

—Sí, lo sé—dijo sentándola en su regazo—la próxima vez voy a jugar…

— ¿Vas a tener una fiesta de té conmigo? —dijo emocionada mientras lo miraba.

—Sí.

—Gracias—lo abrazó su cuello con sus pequeños brazos.

—Muy bien, vamos a buscar un poco de helado, sé que ______-chan fue y compró para ti—dijo poniéndose de pie cargando a su hija.

 FIN…

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Este es el último capítulo publicado de esta historia. Espero que hayan disfrutado de esta historia tanto como yo.

Gracias por el apoyo, por las estrellas, por los comentarios y por los lectores.

En realidad no es el último capítulo ya que falta un especial de Halloween…

 Espero que lo hayan disfrutado.

¡Hasta la última publicación!

¡Reglas Para Convertirse En Una Princesa Retorcida! (Durarara Fanfic - Izaya x Reader)Where stories live. Discover now