Luis Bonaventura

Otra hoja, más ideas.
El bolígrafo trazando arabescos de nuevo, esta vez sin dirección, sin destino. 
En la radio unos locutores que hablan de arte, de libros, de actualidad, y me dan ideas 
entre música que enerva mis sentidos, y me predispone para más ocurrencias.
Julio Cortázar, llamaba gato con un corazón que bombea tinta, a las estilográficas.
Mi gato es negro con un collar dorado y con una curiosa historia para otro día.
El gato caminando despacio, desperezándose. Se mueve hacia un lado, hacia otro, da un pequeño salto y luego se recuesta. 
Yo me encuentro en mi salsa divagando, a veces diciendo, y escribiendo tonterías. Y es que como los gatos, soy solitario y siempre le doy otra vuelta de tuerca a todo. El gato me mira, como si supiera lo que pienso, y decide salir de la habitación, yo por mi parte, cojo la estilográfica para escribir algo. Escribo que soy como un surfero que he lanzado mi tabla al mar, para ver si consigo cazar un-una hola-ola.