⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀

Usted sabe que estoy para servirle, yo y todos los Black, sin contar a todos esos cuantos traidores. Así será, señor, ya es hora. 

Su piel más pálida de lo normal debido a lo débil que se había encontrado durante ese tiempo, parecía porcelana y mármol bajo la luz que se colaba por entre las ramas de aquel bosque en el que se había escondido, asustada y solitaria en el tiempo que su amo no había estado. El frío viento que los rodeaba la hacían temblar, las temperaturas bajas no eran algo que su piel que ocupaba de calidez le agradeciera, pero poco y nada le importaba en ese momento al ver el rostro y cuerpo de su señor, al que siempre le debería la vida. Era como si el calor volviera a sus venas con lentitud. Por supuesto que no había dudado en apoyar sus rodilla en las ramas y hojas caídas, sin importarle nuevamente la suciedad, los piquetes que las ramas le hacían, sólo podía observar esa luz que le era en su oscuridad. Su sonrisa le hicieron sentir un escalofrío de satisfacción por sobre su espina dorsal, y cuando la mano del contrario se posó en su mejilla, un pequeño brillo fugaz se hizo presente en los obscuros orbes negros de Nagini. Ante su cuestionamiento, ésta asintió con lentitud como si estuviese en una especie de trance, disfrutando del único tacto que toleraba. Al escuchar su petición, no dudó un segundo en aceptar—. Usted sabe, mi lord, que por su seguridad haría lo que fuera... —lentamente volvió a su postura original, sin quitar la mirada de la suya, levantó su antebrazo y lo llevó primeramente a su boca, para que con sus colmillos pudiera generar la herida. Extendió su muñeca frente a su rostro, con una expectación plasmada en la cara. Si eso lo hacía fuerte, por supuesto que ella estaría bien, y había esperado demasiado para eso—. Tome tanto y como necesite. Vuelva a recuperar su fuerza, mi señor, y acabemos con estos sangre sucia como más le parezca lo más pronto posible —masculló por lo bajo, casi como si estuviera siseando a la vez que este acercaba sus labios al veneno.  

Tampoco pensé volver a verlo con vida, mi lord. Lo que ha pasado... No importa eso, no ahora que usted está aquí, porque como ha dicho, estamos juntos otra vez. No importa si no son prósperas, podemos hacer que las cosas vuelvan a estar a nuestro favor. Confío en que usted sabrá cómo tomar el control de todo nuevamente.