Tranquilo yo moví al menos la mitad de lo que había en la bodega a otro lado, me vi en la necesidad de cobrar algo por ese favor pero no te preocupes lo tome de tu billetera antes de que salieras de casa y tome un poco de tu botin, ocupaba eso. —El chico saco una pequeña bolsa de granos de café y se la aventó al contrario— Por ahora solo te daré eso, necesito que Alfred deje de sospechar que yo soy tu dealer del café y además ocupo que al menos un día de estos me acompañes a hacer guardia en Gotham, ya sabes patear traseros, detener robos o cosas sencillas como hackear el sistema de Bruce y decirme dónde tiene escondido al Joker para poder ir por el y matarlo con mis propias manos, quitarle la vida y ver cómo se le va mientras lo miro a los ojos, ya sabes, cosas sencillas como esas.