¡Señooorita Esperanza! Mire qué encantadora sonrisa luce, ¿mi papá le compartió algo para que esté tan feliz? Dice que es magia y le creo. Bueno... No de esa magia, ¿entiende? Como la nuestra que hacemos bibidibabidibu y tenemos un sapo en la mano, sino de la que te hace ver sapos aún cuando no están ahí, ¿comprende? Usted comprende. ¿Dónde estaba? ¡Ah sí! Mamá Frankie está a unos... ¿cinco centímetros por encima de mí? Nada, nadita, nadota. ¡Le daré sus saludos! Estará más que encantado de saber de usted.
