-¿Eh? ¿Por qué no puedo ir a tu casa por tu cumpleaños?- inquirió el azabache deteniendo su caminar.
El castaño se detuvo un par de pasos por delante- ¿Por qué?- preguntó un tanto molesto- la ultima vez que fuiste hasta mi tía casi se te tira encima- respondió molesto por lo molesto y vergonzoso que había sido aquel día- alborotas las hormonas Doblas al parecer- concluyó.
Samuel sonrió por aquello, yendo hasta al castaño para abrazarlo- pues sólo me interesa que este Doblas esté loco por mí- susurró apretándolo fuertemente en el abrazo.
-Ya, ya, para, detente- pidió incomodo por la situación en publico.
-Venga chiqui, no puedes impedirme que este contigo- pidió soltándolo- quiero estar contigo en tu cumpleaños- dijo con un semblante triste.
Rubén no podía con aquella expresión- no quiero que vayas- dijo con seriedad- pero... puedo ir esta noche a tu casa- agregó con intención de aliviar la tristeza del contrario.
Samuel sonrió resignado- descuida, disfruta tu día, hablaremos en lunes en el instituto- dijo dejando un beso en su frente.
-¡¡De verdad iré!!- exclamó el castaño mientras el azabache se alejaba.
-Si, si, claro Doblas- respondió sabiendo que aquello no ocurriría.
******
Y así fue, Rubén no se presentó aquella noche... ¿Pero qué podía hacer? Simplemente se dio la media vuelta en su cama para dormir temprano, ya mañana sería otro día.
****
Un cortito que se me había ocurrido :P