Un libro es la puerta de un alma que quiere ser escuchada. 

Cientos de páginas por experimentar, mil historias diferentes y únicas, encerradas con cadenas oxidadas en libros olvidados, implorando ser liberadas, amadas y conocidas por el necesitando, el altanero, el humilde, el orgulloso, el modesto, el pobre, el rico, el inocente, el culpable o hasta el desahuciado. Su único deseo es ser leídas, expresándose con casi inaudibles susurros que rompen el silencio del vacío inexistente y olvidado en el tiempo.

Libros, frases, párrafos, oraciones, páginas, letras, ¿solo letras? No, no son sólo letras.

Una habitación solitaria donde el único ruido es el tintineo de una campaña, las gotas golpeado el cristal de la ventana, el rasgar de la pluma al tocar el papel y el crepitar de las llamas.

El canto de los pajarillos, un amor perdido, la voz melodiosa de una mujer, la risa de un niño, el silbido del viento al tocar las hojas de un hermoso y majestuoso sauce.

Recuerdos perdidos en el tiempo, momento inolvidables que dejan marca en lo más profundo de la coraza que cubre tu corazón de témpano.

La tinta fresca, negra como el carbón.
Una sola idea tan delicada y verosímil como sólo tu mente puede descubrir.
Sueños imposibles.
Inspiración.
La sombra de un pasado incierto, encerrado bajo una capa de esperanza pérdida.
La llave maestra, la cual puede abrir cualquier alma.
La pieza faltante del rompecabezas, encontrada entre una montaña de recuerdos sin vida y olvidados que se lleva el viento en un abrir y cerrar de ojos.
El ancla que te mantendrá a flote en la inmensidad del mar.
El inicio y final de un antes y después...

Recuerda que nada tiene un fin, mientras siga el recuerdo lleno de esperanza y añoranza, seguirá viviendo y jamás desaparecerá ni se olvidara.

-Landy H.
  • México
  • SumaliMay 2, 2015



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