-¿Cuántas veces tendré que aguantar esto? - se preguntó así misma mientras se tapaba el rostro con sus manos.- ¿Jamás seré feliz? ¿Porqué no acabo con esto?. Ella sabía la respuesta, pero no lo hacía, no por ser una cobarde, si no por su madre, la única persona que la había apoyado y amado.