Los pasillos blancos, las luces fuertes, el jardín que veía a través de las ventanas por el que a veces solía pasar para tomar aire, eran las cosas que más veía los últimos días. Frecuentes pasos, llantos, risas apagadas, lo acompañaban a la distancia. Estaba sentado dentro del consultorio cuando se le fue dada aquella noticia que aseguraba un cambiante ritmo en su vida... o en la de ambos.