Adiós en Diciembre [EunHae]

39 5 0
                                    


Los pasillos blancos, las luces fuertes, el jardín que veía a través de las ventanas por el que a veces solía pasar para tomar aire, eran las cosas que más veía los últimos días. Frecuentes pasos, llantos, risas apagadas, lo acompañaban a la distancia.

Estaba sentado dentro del consultorio cuando se le fue dada aquella noticia que aseguraba un cambiante ritmo en su vida... o en la de ambos.

Aquella tarde Donghae caminó, como de costumbre, sobre los azulejos que formaban diversas figuras tras la unión de rectas y curvas, pero ésta vez, ocultó preocupación y dolor detrás de aquellas sonrisas que están acompañadas de lágrimas, de una mano en el hombro, un "Todo estará bien, puedes contarme", y un incómodo silencio entre los dos, que duró minutos hasta la despedida pero que parecía durar horas... y horas.

*

Fueron varios los días en los que vio que se ausentaba. No quería darle importancia pero notaba grandes cambios en él.

Estaban admirando las suaves pinceladas rosas, naranjas y violáceas que pintaba el atardecer sobre el banco de madera en el que estaban sentados, pero la distancia que Donghae demostraba dolía, demasiado.

- Hae, ¿Sabes? Yo... Ah... - Las palabras eran difíciles de decir. El vacío que se generaba en él al ver la mirada triste de Donghae, que lo único que hacía era observar sus zapatos negros contrastar con el cemento, era sofocante. – Yo...

- No tienes que molestarte en mí ¿Si?

Y eso lo hirió más. Sentía como su pecho era aplastado lenta y dolorosamente por esas palabras. Miles de recuerdos giraron en su cabeza y lo lastimaron aún más, y más. Momentos que los mostraban tomando juntos chocolatada caliente y comiendo galletas en un invierno helado; recibiendo diplomas y arrojando gorros de fin de año; luchando contra las dificultades con el fin de cumplir sus sueños; haciendo felices a unos y haciendo felices a otros.

Había sido tanto el tiempo que habían estado juntos, habían sido segundos, minutos, horas, días... tantos años ¿Cómo podía llegar a tal punto de perder tantos recuerdos y simplemente olvidarse de él, de su amistad, de ellos?

No, no era porque no quería darle importancia, era porque tenía miedo de salir herido, que su corazón salga herido, que sus corazones.

Lágrimas brotaban de los ojos de Donghae al sentir aquellos brazos rodeándolo y su voz diciéndole "Eres un tonto... No estás solo ¿Sabes?" y de un sollozo con palabras entrecortadas pronunciando "Me importas..." con gotas saladas que mojaban el cuello de su pulóver... Porque a Hyukjae le molestaba... pero porque él lo quería.

*

La noticia fue shockeante. Aquella enfermedad que había comenzado en un pequeño sector, se expandía lentamente rodeando todo su cuerpo, centímetro por centímetro, segundo por segundo. Lo único que podían escuchar en ese momento, en aquella hora y en ese lugar que últimamente solían frecuentar para distraerse, eran las pesadas respiraciones de ambos, que dibujaban figuras deformadas en el aire congelado que solía provocar aquel clima de esos días "tristes" y "feos". Se podía escuchar un leve "Lo siento..." y un "Yo te cuidaré", junto con unos de esos apretones de manos en los que dos personas sienten lo mismo, el mismo calor o el mismo frío de sus pechos, la misma tristeza o la misma felicidad, otorgando lamentosamente en ésta situación, no lo último, si no lo anterior.

Día tras día, cada músculo del cuerpo de Donghae se iba debilitando, dejando sin movilidad, sin sensibilidad, todas y cada una de las pequeñas células que conformaban su anatomía.

Adiós en DiciembreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora