No sabía si era el hombre de sus sueños... o el protagonista de sus pesadillas. El nuevo negocio de Ronald Weasley necesitaba un toque especial y Hermione Granger era la mujer perfecta para dárselo. Además de ser una diseñadora de talento, Hermione se había convertido en una mujer increíblemente sexy... y a Ron nunca se le había dado nada bien resistirse a las tentaciones. A Hermione le había costado mucho olvidar a Ron, pero no iba a rechazar un contrato tan jugoso sólo porque fuera él el que se lo ofrecía. Si Ron seguía teniendo el poder de hacer que se le acelerara el pulso con sólo mirarla, la mejor solución era evitarlo. Pero no era tan fácil...