Hace mucho tiempo, una vieja amiga solía decir que la vida nos trae grandes aventuras, e increíblemente, éstas venían ocultas bajo las pequeñas cosas y pasan desapercibidas. Decía que años después, era que notábamos lo que sucedió, y queríamos contarle esas historias a las personas todos los días. Me gustaba su forma de pensar. La manera en la que siempre tenía una explicación para cualquier cosa. Pero se ha ido (dejando un gran vacío en nuestros pechos) Y no me respondió una última cosa antes de hacerlo: "¿Qué es éste desastre que he de tener por vida?"