Becca no estaba dispuesta a dejarse vencer. Los videojuegos son demasiado importantes para ella y cada día confirmaba que tratar de pertenecer a la comunidad gamer sería una batalla no solo contra la ficción, sino también contra la realidad. Los comentarios duros y las opiniones negativas no le impedían dejar de luchar por todo aquello que más amaba y no descansaría hasta demostrar que una mujer es igual de buena que un hombre jugando lo que se le presenta. Sin embargo, nunca imagino que existía un juego mucho más complicado que aquello, uno que Levi protagonizaba.