Ela no es una negada al amor. Pero evita que la encuentre. Ela tiene miedo de no volver a sentir pero le aterra hacerlo. Ela cuestiona al tiempo pero no cree que el amor le golpeé la puerta una vez más. Él, él llego para golpearla con la puerta. Literalmente. Y también, enseñarle a Ela, que no todo es cuestión de tiempo y que a veces... a veces sólo hay que dejarse llevar.