Hannibal Lecter se encuentra con el corazón destrozado, en el peor momento de su vida. Cada día pareciese un bucle eterno en donde sus sentimientos recien encontrados e incomprendidos le atormentan. Débil y confundido, con Bedelia a su lado que no hace más que estar, siendo un lastre, visita su Palacio Mental para escapar al mismo cuarto de siempre: el de su hija, Abigail Hobbs. Dentro, espera a que ella sea capaz de darle forma a sus incorpóreos sentimientos, esperando que los espejos dentro de su mente reflejen lo humana que ella fue alguna vez con él. "Su corazon es como un laúd suspendido, apenas lo tocan, resuena."