En «Poemas de catarsis y desarraigo» encontramos desesperanza, melancolía y decepción. Ahora bien, lo que también se encuentra es un notable compromiso del autor con la literatura y el hecho artístico. Su poesía es desbordante y torrencial, llena de vida y valentía; no huye, sino que busca el salto mortal y evita la cómoda mediocridad. Es una poesía vívida y tensa, enérgica y, como tal, no siempre bajo control: tiende a la anarquía y la turbulencia. Esta colección indaga, sin red, como quien no quiere la cosa, en algunas de las cuestiones más esenciales y universales de la humanidad. Resulta una obra distinta y misteriosa. Abierta a toda clase de interpretaciones, su lectura resulta intensa y sugerente
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