Lágrimas, una mirada a los ojos, una herida, un encuentro, ¿un amor? Ni él ni ella sabían porque se habían encontrado esa extraña noche de lluvia. Pero si ella no hubiera corrido hacia él a ayudarlo no estaría pasando por esa cita, la cual no era nada común. -¡Ámame! - dijo Yong Seop mirándola a los ojos y con una sonrisa maliciosa que amenazaba con usar la navaja que llevaba encima. - dijiste que estabas dispuesta a ayudarme pues hazlo. Caminó en dirección a ella y la acorraló contra la pared. - Si no quieres amarme en este momento - se aproximó a su oído y susurró - entonces puedes besarme... No sabía que era lo que le esperaba en un futuro, pero de algo estaba segura. Su vida jamás volvería a ser la misma.