Algunas personas están hechas para hacerse pedazos, es un destino casi tan ineludible como el de la muerte, podrías haber intentado hacer las cosas de distinta forma, pero no lo hace menos inevitable. No es que pretendiese no verlo, o que la ingenuidad nublara sus instintos, pero se acostumbró tanto a lo que asumió como su propia historia que prefirió contentarse con sus mentiras, pero es que si hay algo que debemos entender es que la vida carece de control y eventualmente nos terminará aplastando. WangJi estaba llorando... . . . Ninguno de los personajes me pertenece. Basado en la obra original Mo Dao Zu Shi
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