Luego de las peleas, los planes y el amor no correspondido, el Payaso y el Dios de la muerte inician su danza de amor y locura en un departamento, en el que sólo caben ellos dos, al que han empezado a llamar hogar. "A Kisaki le sacudió el cuerpo una risa y una electricidad, el cuerpo se le hizo más liviano y el corazón le latía como avisándole de su perdición inmediata. Era la primera vez que sentía algo así, quería reír hasta que las cuerdas vocales no le aguantaran más y, quería hacerlo con Hanma a su lado." ©Todos los personajes le pertenecen a Ken Wakui.