-Quédate, por favor. -suplicó Louis separando apenas nuestros labios. -Tengo que trabajar amor o me despedirán, ya falté demasiadas veces. -contesté sencillo. -Quisiera que aún estemos en nuestra luna de miel, lejos de toda responsabilidad. -sus delicadas manos acariciaban con anhelo mis revoltosos cabellos rizados, aquellos que rozaban mis hombros y amaba con esmero. -Pronto Lou, -y con estos fonemas me aleje, rozando fugazmente mis labios con los de mi esposo antes de irme. . . Es sabido que una herida no sanada a tiempo se infecta y agrava. Es sabido que un problema no resuelto a tiempo empeora. Es sabido que un error no solucionado a tiempo puede incluso acabar con aquellos que amas... Excepto que tengas la oportunidad de reivindicarte en un bucle atemporal repetitivo de tus últimas 24 horas hasta hallar una posible solución.
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