"Del odio al amor solo hay un paso" y "Del amor al odio otro más" decían. Desde un principio Marcela se vio envuelta en una enemistad con Beatriz Pinzón, la secretaria de su entonces prometido. Pero a medida que su compromiso con Armando se desmorona, Marcela decide reunirse con Beatriz para exigir una explicación sin saber que aquel almuerzo sería el comienzo de largas llamadas y de una nueva vida para ambas.