El gran Oscar Wilde va a terapia con el precursor del psicoanálisis Sigmund Freud, donde despliega todo su ingenio y ocurrencia. Una pieza de ironía, arte, ocurrencias y mucho entretenimiento. Todo arte es amoral. Uno debe ser siempre un poco improbable. Uno nunca es tan sincero como cuando es inconsecuente. Uno debería o ser una obra de arte, o llevar una consigo. Autor: Nelson Maldonado. Registrada bajo licencia: (CC BY-NC-ND 4.0) Atribución-No comercial-No derivadas Prohibida su modificación, distribución y uso con fines comerciales sin la autorización del autor.
5 parts