"Pintan arcoíris porque saben que podemos, joder; que podemos volver a vivir." - Andrea siente que la estabilidad que había logrado en su vida durante los últimos dos años se desmorona a su llegada a Madrid con su hermano Dani. El estado de emergencia sanitaria le obliga a aprender a sobrellevar la vida en cuarentena, a valorar los pequeños detalles del día a día, a conocerse y, quizás, a liberarse. Aunque esté encerrada en su casa.