— ¡Agreste! —Grito una azabache de origen asiático acercándose a aquel rubio— Quiero la revancha. . . . — Agreste, te odio. —Le dijo con una sonrisa ladina observando fijamente los ojos del rubio quién veía con curiosidad a la chica—. . . . — Agreste. —Pronuncio una vez más el apellido de Adrien— Te quiero mucho. . . —Murmuro para si misma esperando que el chico SI la haya oído y éste, solo se limitó a sonreír con sinceridad— . . . — ¡Agreste! —Lo envolvió con sus delgados brazos, formando un abrazo— — Tsuguri. —Le siguió el juego, correspondió el abrazo— — Te amo. —Fue lo último que dijo antes de juntar sus labios con los del mayor, con una sonrisa formada en los dos—