Aziraphale es un pintor con una vida algo aburrida, aunque él no la describiría así, una tarde mientras vendía sus obras conoce a Crowley, un extraño sujeto con una manera totalmente distinta de ver el mundo. La extraña amistad que forman toma un giro cuando Crowley le encarga que le haga un retrato... Un retrato que Aziraphale intenta terminar cada tarde de sábado pero por alguna extraña razón, no puede.