Por casi la totalidad de su larga existencia ellos habian sido guerreros al servicio de Atenea. Aunque no habian dejado de servirle sin embargo, ya no lo hacian como sus protectores, sino como los maestros y guardianes de la nueva generación de Santos Divinos. Ademas, ellos ya no eran precisamente Santos Divinos de sus respectivas estrellas zodiacales, sino seres plenamente inmortales y dotados casi de la misma habilidad y poder de un dios.