Que singulares son los maizales, más cuando solo se halla una casa con una gran vía hacia la nada, porque eso es. Un hombre con sus dos hijos, un adolescente y una niña pequeña, atrapados por el asedio de manifestantes poco habituales sobre la tierra. Nadie sabe qué son, solo hay una referencia, su peculiar físico es de lo más aterrador.