Inko Midoriya siempre a sido una mujer cien por ciento dedicada a al cuidado de su único hijo, pero cuando este ingresa al internado de la UA se da cuenta de lo mucho que se ha descuidado a sí misma. Ahora sola en casa empieza a retomar viejas costumbres que creía olvidadas. De tanto en tanto va recordando su propia juventud hasta llegar a conjunto de recuerdos más bonitos que guarda en el fondo de su corazón. Los del primer amor. (Créditos de portada a @Dead_Moon_09)